Caminos sinuosos, busco refugio, no hay descanso para el caminante perdido. Las estrellas de mi noche brillan tintineantes en lo alto, en la nada. Agua, la sed que me inunda me ahoga en medio de un vasto desierto.
Observo aves en lo alto, un sol quemante cierra mis ojos, no hay refugio, ni una sombra de alivio, ni una nube solitaria en los cielos. Respiro la arena que seca mi garganta y en medio de tanto calor... Agua. El mar cual espejismo, imbebible, pero al menos refresca el cuerpo cansado. Agua, refugio del sol, del calor, de las aves, si continúo hallaré vida.