abril 02, 2012

Palacio Valhala, Sekiam de Polaris

*** Mucho tiempo he pasado de foro en foro roleando mis personajes de Saint Seiya, ahora quiero rescatar las historias que se perdieron en diversos lugares. Esta es mi recopilacion de fics *** Tema de presentacion en subforo de personaje y nombramiento de la representante de Odin - ssap.mforos.com

Cerro la puerta del salon y camino unos pasos hacia el trono, pero no alcanzo a llegar cuando se abrieron al puertas de par en par y varias valkirias se avalanzaron sobre Sekiam quitandole el abrigo que llevaba. - Mi señora -dijo una- no puede estar vestida asi... La llevaron del brazo mientras unas cargaban vestidos muy finos y discutian de cual le quedaria mejor. Asi llegaron a un habitacion muy grande, para sorpresa de la amzona era un baño con una tina ya preparada. Las valkirias le quitaron la ropa en un momento y la metieron a la bañera, estas le iba a bañar, pero ella las interrumpio diciendoles que podia sola y les pidio que se retiraran. - Como usted desee, mi señora, estamos para servirle - dijo una de ellas y dejando los vestidos le hicieron una reverencia cada una antes de retirarse. Aquello habia sido muy extraño, tardaria un tiempo en acostumbrase a esta nueva vida, donde las valkirias le servirian y viviria en un hermoso palacio.

Decidio que no debia preocuparse y disfrutar de ese cálido baño era lo mejor. el aroma era relajante a suaves flores y habia petalos blancos flotando entre la espuma. Dio un largo suspiro y se relajo como nunca antes. Pero no podia evitar pensar muchas cosas a la vez, por un buen rato lucho para alejar todo eso de su mente, ya habria tiempo para eso.

Mas tarde salio de su agradable baño y con la toalla puesta no decia cual traje ponerse, eran todos vestidos muy finos y largos, ella nunca se habia vestido asi. Miraba de reojo sus viejas ropas de entrenamiento, per sabia que no podia usarlas.

De improviso las valkirias entraron de nuevo sispuestas a vestirla, pero ella las detuvo inmediatamente sabiendo de antemano sus intenciones.

- Valkirias, entiendo que es su trabajo, pero de verdad yo puedo sola...

Una de ellas entristecio derrepente y salio corriendo de la habitacion, eso fue rarisimo para la amazona y entonces noto el rostro de las otras que se habian quedado. Estaban cabizbajas como si fueran unas inutiles.

- Que raras costumbres tienen aqui - susurro Sekiam, pero sabia que de alguna forma debia adaptarse.

El corazon duro de la exWyvern por muchos años alejada de sentimientos y de personas se habia conmovido al salvar la vida de aquel muchahco ya hora al ver la tristeza de estas jovenes mujeres decidio que aunque no dejaria que al vistieran debia darles alguna tarea.

- Mmm en lugar de ayudarme a vestir, deberian pensar en lo que comere ... porque... tengo hambre... ademas... mmm me ire a dormir luego y no se si ya estara preparada mi habitacion...

Las valkirias se sobresaltaron, habian olvidado preparar la comida y la habitacion de la recien llegada. Se pusieron de acuerdo murmurando entre ellas y todas salieron del cuarto de baño a hacer sus quehaceres muy atareadas.

Sekiam se rio sorprendiendose ella misma de su risa, ahora estaria acompañada de estas serviles mujeres que no le dejarian un momento sin atenciones. Sintio como su corazon latia tras su sonrisa y tomo uno de aquellos hermosos vestidos que hacian juego con su nuevo tono de cabello.

La antigua Wyvern se perdia entre el lujo y la tranquilidad de esa lejana tierra...Con un hermoso vestido la amazona salio del baño para deambular por el palacio. Queria caminar un momento a solas, las valkirias estaban ocupadas en sus asuntos y el resto del lugar estaba en silencio como si estuviera abandonado. Como era de noche los pasillos estaban oscuros, llenos de armaduras en los muros, paso a paso se perdio mas, pero no le preocupaba esto en absoluto. En un palacio vacio no habia peligro, queria estar a solas con sus pensamientos, el cambio habia sido profundo, toda su vida dio un giro radical y no tenia explicacion coherente. Entonces vio una sombra que le seguia, en principio penso que solo era su imaginacion con tantas armas y ornamentos de batalla a su paso. Extendio su cosmos ahora blanco a su alrededor para detectar mas claramente si se trataba de alguien en el lugar. - No me toques con ese cosmos... - se oyo una voz apenas un susurro. - Quien esta ahi? - dijo Sekiam decidida deteniendose en el lugar. Observo cuidadosamente los muros a sus costados en el largo pasillo en penumbras, una silueta llamo su atencion y dirigio la mirada hacia él. Solo medio rostro se iluminaba tenuemente por el brillo reflejado entre las pulidas armaduras. Su fino cabello rubio le era familiar a la amazona, y luego cuando este misterioso rostro abrio sus ojos le reconocio. - Maestro Rades, como es posible que este usted aqui? - se sorprendio Sekiam queriendo avanzar hacia su encuentro, pero este se lo impidio. - No te acerques, no soy Rades... Aquel era el nombre del maestro que le enseño todas las tecnicas de Wyvern, Rades era descendiente directo de Radamantys el fiel Wyvern que lucho en la ultima Guerra Santa conocida. Este hombre habia entrenado toda su vida para ser el juez wyvern, pero nunca tuvo el poder suficiente para que la armadura le obedeciera, asi que espero encontrarse con quien si pudiera y asi conocio a Sekiam. Que este sujeto ahora ante ella fuese tan parecido solo podia significar una cosa. - Yo te protegi cuando tu padre iba a matarte apenas habias nacido... Dijo la voz y dejo ver su ser fantasmal delante de la amazona que se sorprendio abriendo sus ojos claros muy ampliamente. - Yo te protegi cuando caminabas sola entre la multitud luego de ser abandonada... Yo era tu estrella... Sekiam no podia creer que estuviera en presencia del legendario Radamantys, el mas fiel guerrero del Inframundo. No tenia como saber si sus palabras eran ciertas, pero en el fondo sabia que si, este era el ser que le habia acompañado en su triste vida y que sabia todo sobre ella sin dudas. - Ahora viene Odin y te elije su representante, te aparta de mi y mis cuidados... La amazona se inclino ante el fantasma que se veia serio mirandola fijamente sin expresion en su rostro palido ensombrecido. Ella no pudo contener sus lagrimas ante la poderosa presencia. - No soy digna mi señor... no lo elegi, ni ser Wyvern ni ser Polaris, el destino me guia sin yo saber el rumbo... - Yo te elegi, y Odin ahora... como has podido rendirte con tanta dacilidad, donde quedo la lealtad hacia el inframundo? Ciertamente ya no eres digna de la kyoto de wyvern, pero... por que? Gota a gota las profusas lagrimas de la amazona mojaron su fino ropaje celeste. Sus ojos se cerraron inclinado su cabeza, no sabia que decirle, pues ni ella misma tenia explicasion. - Quien ha matado tu espiritu? quien te ha obligado a esto? - le dijo el espiritu con su tono de juez inquebrantable. - No lo se... no he podido quedarme en ese lugar por mas tiempo... mi corazon busca la paz... Entonces ella sintio como él acariciaba su cabello ahora claro como la nieve, de un momento a otro, el caballero se encontraba justo frente a ella inclinado rozando sutilmente el mechon.que descansaba en su hombro. - Yo te hice lo que eres, yo te hice una amazona... pero ya no puedes ser Wyvern... Ella sentada en el suelo limpio sus ojos tras estas palabras pero él ya no estaba, se habia ido para siempre. Un vacio enorme quedo en su corazon, como si hubiesen quitado un trozo de ella, de su ser, de su alma y se sintio profundamente sola, como nunca antes. Siempre fue ella en contra del mundo, pero algo le hacia sentir segura, su estrella le protegia desde que nacio y ahora no habia nada. Frio, un aterrador frio le invadio haciendola temblar, se sintio pequeña en un mundo enorme, pequeña e insignificante, totalmente vulnerable. Aquello era la mas terrible sensacion de soledad. Y en su regazo solo quedo el lazo rojo que alguna vez ato su larga trenza azabache, un recuerdo de su infancia pues lo traia puesto cuando su madre solto su mano entre la muchedumbre, ahora no lo usaria mas. Volvio a secar sus lagrimas y se levanto ahora con una mirada decidida. dispuesta a abandonar el pasado y empezar otra vez, como muchas otras ocasiones lo habia hecho. Camino erguida unos pasos y a un costado se encontro con una amplia ventana. Abrio la ventana, hacia frio, su ropa estaba humeda por su llanto y el viento helado mecio su cabellera. Extendiendo su mano con el lazo y lo dejo ir con la brisa. el viento se arremolino y llevo lejos el recuerdo de toda una vida, era tiempo de empezar otra vez... Nombramiento de la representante de Odin


El tiempo habia mejorado en los ultimos dias, lo cual fue un alivio para los aldeanos que se dirigian al patio del palacio de Valhalla situado bajo la gran estatua del dios Odín. Cuando llegaron alli solo unos ligeros copos caian del cielo, y no corria un aire que los arrastrara con fuerza contra la piel de todo aquel al que encontraran en su camino. Todo esto habia comenzado unos dias atras. El rumor comenzo a sonar ligeramente, al parecer lanzado por un extrangero que se habia mudado a la aldea, llamado Phill o algo similar. Al principio pocos daban credito al rumor. Hacia muchisimo tiempo que no habia una sacerdotisa de Odín en el palacio Valhalla, y mucho menos al mismo tiempo que una reencarnacion del dios hoyaba la tierra. Pero poco a poco parecio cobrar fuerza, y a mostrar mas detalles sobre la supuesta sacerdotisa. Finalmente los rumores dejaron de existir. Del palacio llego un mensaje informando del nombramiento de la nueva representante del dios, que se produciria ante todos al dia siguiente, en el jardin del palacio. Todos habian tratado de llegar al palacio a primera hora del dia. Algunos en las aldeas mas alejadas habian tenido que viajar durante la noche, pero ahora alli se encontraban todos, reunidos al pie de la impresionante estatua que durante miles de años habia vigilado el jardin. En esta ocasion los rumores fueron sustituidos por las numerosos comentarios que los aldeanos y aldeanas emitian tratando de adivinar como seria la nueva sacerdotisa. Al igual que el dia anterior el mensaje del palacio habia cesado todos los rumores sobre la posibilidad de la nueva sacerdotisa, el toque de un agudo cuerno que prorrumpio uno de los guerreros divinos del dios ceso todo los murmullos que flotaban sobre la muchedumbre. En cuanto el agudo sonido emitido por el cuerno dejo de reverberar en las enormes planicies que se extendian ante el palacio, el dios salio por una de las numerosas puertas del edificio, acompañado por una mujer de blancos cabellos, que portaba en su mano derecha una larga lanza negra. En pocos pasos el dios y la mujer que caminaba junto a el se colocaron entre los guerreros de Jormundgand y Doubhe que se encontraban alli desde el principio. Odin se dirigio entonces a los alli reunidos. -Ya sabeis todos por que estais aqui reunidos. Esta epoca es especial. Numerosos dioses han despertado en Midgard, y los difrentes reinos acomulan guerreros preparandose para la guerra. Del mismo modo Asgard esta renanciendo. Los mantos de los guerreros divinos van encontrando a sus dignos poseedores poco a poco, y ahora ha despertado el alma de la que sera mi representante entre todos vosotros. Sus labios hablaran con mi voz, sus actos seran los mios, y mi autoridad sera la suya. Ella hara llegar hasta mi vuestros deseos de paz, que permitiran que los helados polos del planeta sigan tal cual, y permitan a las tierras del sur escapar de las garras de Poseidon. Ella es Sekiam, reconocerla como tal. Con estas palabras el dios se retiro un paso atras e indico a Sek que se adelantara un poco para que todo el mundo pudiera verla. Los aldeanos, que por fin veian sus dudas resueltas, prorrumpieron el gritos de alboroto y alegria, gritando el nombre de la recien nombrada princesa de Asgard, y tras unos segundos se arrodillaron todos al unisono.


Midgardo y Siegfried escoltaban cual fieles guardianes a su dios y a su nueva maestra, Sekiam. Hasta ahora este era el primer contacto que ambos guerreros divinos tenían con la joven mujer. El clima era de exaltación y felicidad, los aldeanos se esperanzaban al escuchar las palabras de su dios, podían sentir como nuevamente Asgard renacía. Los cosmos de Megrez y Alcor se encotraban despertando, no había duda, una nueva época dorada se acercaba. El guerrero de Jormungand cierra los ojos, activa sus sentidos y con ello percibe el cosmo de Sekiam, este es cálido y a la vez tiene un toque de fortaleza, en los pensamientos de Midgardo solo brota una frase. -Vaya, mujer de carácter, lo que necesita Asgard.

Desde temprano se preparaba todo para el nombramiento de la amazona, las valkirias atareadas iban y venian por el palacio mientras Sekiam estaba en su lugar favorito, un hermoso balcon con una vista privilegiada de la aldea cercana. Ella se lo tomo con calma aunque las valkirias estaban preocupadas por que todo saliera perfecto. en un momento la llamaron para que se vistiera y sin prisa ella lo hizo. Estaba todo listo. Luego de vestirse la condujeron hasta una puerta y dandole su lanza adornada con cintas le dijeron que alli esperara. Ella con su preciosos vestido se quedo en el lugar unos momentos mirando la puerta, pensando que seria un evento breve y sencillo, algunos aldeanos, un discurso de alguien importante, quiza estuviera alli Odin a quien no conocia. Luego volver a sus pensamientos vacios en aquel balcon como lo habia hecho estos dias. De pronto alguien se paro junto a ella y solo alcanzo a mirarlo de reojo pues un estruendoso cuerno se oyo y las puertas frente a ella se abrieron. Una multitud estaba alli dispuesta y no solo eso, luego de caminar junto al que parecia ser el dios nordico se dio cuenta que tambien dos caballeros del reino estaban presentes a los cuales no conocia. Sin prestarle atencion al hombre a su lado se sintio algo cohibida por la situacion inesperada. Ella era una solitaria amazona en el lugar mas terrible de la Tierra y ahora, con vestido largo incluido, se presentaba ante los numerosos ciudadanos de todo un reino. Incomoda por el evento que se llevaba a cabo trato de simular su recién descubierta timidez ante el publico masivo. Mantuvo su altivez, pero estaba algo nerviosa, supo de inmediato, apenas empezó a hablar Odin, que ella también debería dirigir unas palabras, a lo cual su mente se quedo en blanco. Sin mostrar ni un gesto de preocupación empezó a planear lo que podría decir, pero ya era muy tarde, las palabras de Odin se detuvieron y ella se encontró frente a toda esa gente cuando este dio un paso atrás. Hubo un silencio que a la amazona le pareció eterno, pero de pronto recordó algo. Esto no era muy diferente a estar frente a un ejercito, ella siempre pensó que podría llegar a ser una líder y decidió hablar como si se estuviera dirigiendo a sus tropas. - Gente de todos los rincones de este reino, como la nueva representante del señor de Asgard, me comprometo a mantener la paz en este lejano territorio, lo defenderé como si hubiese nacido aquí y les serviré… si, porque he venido a servir y no que me sirvan, pues desde ahora consideren a esta forastera como uno mas de ustedes ya que ahora cada uno de los aquí presentes y todos aquellos que por dificultades geográficas no han podido asistir son mi pueblo y esta mi tierra adorada… mi lealtad esta ahora con estos caballeros, mi señor Odin y con ustedes los asgarianos… El aplauso y la ovasion de la gente estallo en ese momento, la amazona se impresiono al ver que esas sencillas palabras habían llegado al corazón de todas esas gentiles personas. Se sintió conmovida ante el afecto que le demostraban esos desconocidos que ponían su fe en ella. Se comprometió en ese momento a cumplir a cabalidad sus palabras. Su corazón se lleno de un sentimiento nunca antes visto por la exwyvern, ser objeto del aprecio de todas esas personas era una sensación abrumadora que hacia latir su corazón fuertemente. Este era el paso final de su cambio definitivo, dejar la oscuridad de su vida anterior por la paz de las frias tierras de Asgard. 

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Cambiar a Polaris fue un desafio que resulto muy bien, fue el cambio que necesitaba y dio nuevo aire a mi estadia en SSAP, estuve un buen tiempo asi casi un año mas hasta que mi trabajo y lo poco interesante que se volvio el foro me hizo retroceder una vez mas y en esta ocasion fue definitivo. Tras años roleando mi sueño de infancia, ser un caballero del zodiaco, abandone SSAP y perdi por completo mi espiritu rolero, aunque intente retomar se me hizo imposible. El rol es ahora parte de mi pasado y dudo que vuelva a rolear, vivi grandes historias y conoci muchisima gente de todo tipo, fue una experiencia de vida inolvidable. Ahora solo queda las viejas historias que alguna vez escribi y ya no habra nuevas, el sueño se termino, tras de mi dejo a mis queridos personajes creados en base a lo que hubiera sido yo si existiera la forma de poder ser parte de la historia de Saint Seiya. **********************************************


Congelando la oscuridad, Sekiam de Polaris

*** Mucho tiempo he pasado de foro en foro roleando mis personajes de Saint Seiya, ahora quiero rescatar las historias que se perdieron en diversos lugares. Esta es mi recopilacion de fics ***

Rol para cambio de armadura de Juez Wyvern a Polaris - ssap.mforos.com


En algun lugar del mundo...


No sabe cuanto tiempo paso desde su salida del Inframundo, lo ultimo que recuerda son apenas vagas imagenes revueltas que no puede ordenar en su cabeza. El paraje a su alrededor no le es familiar en absoluto solo blancura interminable por donde se mire.

Ya no camina mas, su sendero se ha interrumpido por el inmenso mar frente a ella. quieta en el muelle mirando el sol tenue tras unas nubes que se oculta ya acabando el dia. Hace frio pero la amazona mira el horizonte incolume casi sin pestañear, mientras leves copos de nieve cubren su cabeza y hombros desnudos ante el hostil clima.

De pronto sus ojos comienzan a parpadear mas normalmente y casi como si despertara de un largo sueño se percata del lugar donde esta. Se apresura a buscar algo con que cubrirse y no muy lejos de ella unos hombres suben a un barco solitario en el puerto.

Solo vestida con su ropa de entrenamiento, un top strapless ajustado y pantalones de tela, se acerca al barco tan veloz como un rayo y golpea a uno de los hombres. El otro impavido ante la situacion no alcanza a respirar cuando una patada lo lanza al mar frio. El hombre golpeado ha muerto instantaneamente tras el brutal impacto que lo dejo con la cabeza totalmente fuera de su sitio. La amazona friamente le arrebato a este su abrigo mullido de piel y se lo puso, para luego empujar el cuerpo con su pie dejandolo cae al mar.

Con total tranquilidad ella subio al barco, un tembloroso joven no podia moverse de su sitio tras ver la escena y la amazona paso junto a el deteniendose a su lado.

- Nadie mas abordara, que parta de inmediato este barco...

Al ver que el joven era incapaz de moverse, ella le tomo del cuello y lo lanzo cerca de la cabina del capitan, pero tuvo la delicadeza de no herirlo, este de inmediato se levanto y abrio la puerta para avisarle al capitan.

- Una mujer extraña dices?

El capitan la observo de reojo por un espejo. La amazona permanecia con la mirada fija hacia la cabina de mando lo cual asusto al hombre.

- Y no te ha dicho a donde va?

Negando con su cabeza el joven le dio a entender que no tenia idea. Pero para evitar problemas el capitan decidio partir de inmediato y ordeno al joven soltar las amarras. Este obedecio rapidamente y zarpo el barco con rumbo desconocido.

Ella habia sido una guerrera del Inframundo eso lo tenia claro, pero ahora su destino la llevaba muy lejos. Su armadura de Wyvern habia quedado atras en la magnifica esfera de Caina. Eso lo recuerda bien, en cada paso una parte de su armadura se desprendia de su cuerpo, fue desde ese momento en que empezo a adormeserse y perder la nocion del tiempo. Luego solo hay momentos perdidos, como su estancia en el campo de flores.

Sin su kyoto de la fiel Wyvern su vida habia perdido todo sentido, todo lo que creia habia sido roto para siempre. Sin embargo algo la impulsaba a seguir, sin saber exactamente su parada estaba decidida a seguir esperando encontrar algo, sea lo que sea. Sus pensamientos se vieron interrupidos por las susurrantes palabras del joven que sostenia temblando una pequeña bandeja con un trozo de pan y un vaso de agua.

La noche ya habia llegado, ella lo miro con sus ojos cafes frios y él no pudo evitar dar un salto casi dejando caer la bandeja, pero se mantuvo firme. Momentos antes habia comido el capitan y él, entonces pensaron que quiza ella tendria hambre tambien y el hombre lo envio con la bandeja aunque en primera instancia se habia negado a hacerlo.

- Tienes agallas, chico... - tomo ella el vaso y le dio un sorbo, aquel liquido le recorrio la garganta seca, dio un leve mordisco al pan y volvio a darle la espalda al chico.

- Señorita... nos podria decir a donde va? digo, se nos acabara el combustible en algun momento... es decir, hace horas navegamos sin rumbo y...

- El lugar mas frio que conoscan...

El chico se quedo petrificado sosteniendo la bandeja ahora vacia. Cualquier navegante de aquel puerto conocia la ubicacion del lejano territorio asgariano, pero era una travesia peligrosa y pocos lograban llegar alli, acaso a este lugar se referia la mujer? al mitico Asgard?

Lo cierto era que Sekiam no sabia a donde ir, inexplicablemente habia llegado a ese puerto y el frio en su corazon le decia que debia ir a un lugar tan congelado como fuese posible. Asi que el joven solo atino a asentir con su cabeza y se retiro para decirle al capitan.

Solo unos dias bastaban para llegar al pequeño puerto de las tierras asgarianas y el clima no menguaba, una fuerte tormenta lso habia alcanzado impidiendoles avanzar. Resguarfdados en la cabina el joven y el capitan luchaban por mantener el barco navegando contra el fuerte oleaje que bañaba la cubierta donde permanecia Sekiam solo sosteniendose de una amarra.

- Es imposible, no podremos cruzarla, sosobrara el barco, nos hundiremos! - dijo el joven atemorizado al capitan.
- Prefiero morir en el mar que en manos de esa chica loca que esta afuera... - le respondio este sosteniendo el timon con fuerza.
- Falta mucho? - interrumpio la amazona abriendo la puerta de la cabina.

Estaba totalmente mojada y su trenza azabache desgreñada por el clima.

- Esta justo al frente - le dijo el capitan - pero con esta tormenta no avanzamos ni un nudo...
- Abrire paso entonces...

Cerro ella la puerta y se poso sobre la cabina en direccion al frente. el barco menor se movia mucho por el oleaje, pero logro afirmarse dejando una mano libre. Concentro todo sus cosmos, aun sin portar armadura ella era una amazona entrenada y su poder no le habia abandonado. Una esfera purpura enorme se concentro en su mano y la lanzo contra el mar agitado abriendo un camino para el barco, pero no tardo en desvanecerse y ella siguio gastando su energia contra la feroz tormenta debilitandola.

Finalmente estaba a la vista el pequeño muelle de las tierras asgarianas. Aunque la tormenta seguia y no podian atracar por las grandes olas, ella se lanzo abandonando el barco, cayo a salvo pero los tripulantes del barco no tuvieron suerte. Era imposible para la embarcacion pequeña soportar la tormenta, sin previo aviso ella alcanzo a ver como el barco sosobraba en el mar.

Dando la espalda a lo ocurrido y con una tormenta de nieve en el sitio, algo le hizo voltear, quiza un leve sentimiento. Dejando su abrigo en el muelle ella se lanzo al mar enfurecido y con la ayuda de su cosmos nado por las temibles aguas hasta llegar al barco que se hundia. Se sumergio para revisar la cabina, esta aun no se llenaba de agua, alli estaba el capitan en su silla con el mar hasta la cintura mientras el agua entraba por todas partes pero lentamente.

- Lo sacare de aqui... -le dijo ella, pero el capitan meneo su cabeza - no me venga con tonterias que el capitan se hunde con su barco! salve su vida! - pero el capitan estaba totalmente resignado, ella lo miro a la cara y su serenidad era impresionante, nunca habia visto tanto valor en alguien que no fuese un caballero. Entonces la amazona comprendio que no podia hacer nada para ayudar al marinero.

- Olvidate de mi, estare bien, ve por Phill si quieres salvar una vida... eso sera el pago por el viaje...

Sekiam obedecio al capitan como si fuese la orden de su maestro, un hombre asi merecia el maximo respeto y salio de alli, el joven debia estar cerca. Sumegiendose una vez mas entre las olas inquietas pudo ver el cuerpo inerte de Phill hundiendose. El lugar de donde ella venia era donde la esperanza debia ser olvidada y asi ella creia que estaba su esperanza, pero sin importar el estado del muchacho ella lo sacaria de alli.

Extendio su mano lo mas que pudo aguantando la respirancion bajo el agua, hasta que sus dedos rozaron la mano de Phill y con un impulso cosmico le alcanzo para llevarlo a la superficie.

El barco se hundio por completo entre el oleaje insesante y ella nado con el joven hasta la orilla. Lo vio tan palido y sin vida, nisiquiera atino a hacerle resucitacion, solo lo vio mientras se recuperaba del tremendo esfuerzo.

- Ha sido inutil, no se por que lo he hecho! - se molesto consigo misma - Nunca he salvado a alguien, por que habria de hacerlo ahora!...

Y tras decir esto le golpeo el pecho al muchacho y este escupio el agua que habia tragado en la cara de la amazona. Asi reacciono con una gran respiro Phill y empezo a temblar por el frio sin poder pronunciar palabra, mirando temeroso a Sekiam que estaba impavida viendole tambien.

Ella tambien tenia frio, pero se levanto con la misma cara de asombro y recogio no muy lejos de alli el abrigo que habia dejado para darselo a Phill y abrigarle. Luego mas serena lo cargo en su espalda y emprendio el rumbo sin saber su destino, solo que debia continuar y proteger al muchacho hasta encontrarle refugio. Entonces una leve sonrisa se dibujo en su rostro como hace mucho tiempo no lo hacia.

A lo lejos se divisaba una enorme estructura, un palacio, en medio de al tormenta de nieve la joven amazona con el muchacho acuestas. Este se encontraba dormido sin fuerzas, pero una suave brisa lo desperto, se vio a si mismo avanzando por entre la gruesa capa de nieve y cubierto completamente con un calido abrigo. Reconocio el cabello negro de la amazona y su trenza descuidada sobre el hombro.

- Acaso no tiene frio... - dijo el chico, per no se dio cuenta que lo habai dicho en voz alta.
- Claro que no, al menos no como lo sentirias tu...
- Como... como es posible eso...

Agotada con el sudor congelado en su rostro la amazona se detuvo junto a un pino a descansar bajando con cuidado al muchacho. La nieve azotaba con fuerza y un leve temblor era observable en la boca de Sekiam.

- Una guerrera como yo puede soportar climas tan extremos como este, mas aun ahora que...
- Que clase de guerrero puede hacer eso? - le dijo Phill con sus ojos bien abiertos totalmente impresionado por la fortaleza de la joven.
- Un caballero...

No dijo mas la amazona y por su mirada fria el chico prefirio no insistir, pero aquello lo inundo de admiración hacia esa mujer. No lejos de alli se divisaba ahora mas claramente una gran construccion. Sekiam pensaba que podria haber alguna aldea cerca donde pudiesen refugiarse. Entonces lo miro, Phill se le habia quedado mirando mientras la boca de la amazona temblaba mas fuertemente.

- Señorita usted es muy fuerte, pero vestida asi no llegaremos lejos...- hizo ademan de quitarse el abrigo, pero Sekiam se lo impidio.
- Yo puedo resistir, pero tu moriras en este frio... a donde me han traido?
- Acaso no lo sabe? Pense que era aqui donde deseaba ir...
- No, yo no sabia... Y que lugar es este?
- La tierra de Asgard por supuesto

Sekiam lo miro un momento y despues su cuerpo empezo a templar tambien, asi que se levanto de subito y cargo a su compañero de viaje.

- Debemos encontrar refugio... pronto... Asgard, que podria hacer yo en este lugar? moriremos de frio...

Siguio caminando en contra del viento, ya su cuerpo no resistiria mucho mas, su cosmos le rodeo, pero era muy debil. Por suerte no tardaron en llegar a una aldea pequeña y en la montaña cercana una muralla imponente con una gran puerta enmarcaba el horizonte.

Buscaron refugio, unas personas vieron preocupadas a los viajeros y les asistieron prestandoles abrigo y conduciendolos a uno de sus hogares. Alli se recupero la amazona, sentada en una alfombra de piel cerca de la chimenea calida y con una abrigo sobre ella. Entonces una mujer le llevo un trozo de pan y curiosamente un poco de sal. Ella miro extrañada el ofrecimeinto pero lo acepto si decir palabra. Phill se sento junto a ella luego.

- Señorita, debo agradecerle infinitamente lo que usted ha hehco por mi, es un sueño increible poder conocer la mitica aldea asgariana... es realmente...
- Aqui te quedaras Phill y yo continuare...
- Me lo imaginaba, pero no entiendo que hara usted en el Valhalla...
- Ya te lo he dicho, soy una amazona, si estoy aqui en Asgard solo puede significar una cosa... el señor de los hielos me ha invocado...

Ella lo miro y de inmediato el joven quedo perplejo, recordaba claramente que la amazona tenia ojos cafes clarisimos, y ahora estos eran de un delicado celeste. Pero Phill no le dijo nada, penso que aquello era una señal, si la amazona iba a presentarse ante el mitico Odin debia transformarse en una autentica asgariana, como los otros aldeanos de ojos claros hermosos que estaban presentes en la casa.

Habia anochecido cuando Sekiam salio del hogar, agradecio con una reverencia a sus hospitalarios habitantes y dejo alli a Phill para que cuidasen de él. No alcanzo a dar un paso fuera de la casa cuando el muchacho tomo su abrigo y la detuvo.

- Me convertire en un guerrero de Asgard, te lo prometo, sere valiente, leal y honorable...
- Para ser valiente no necesitas ser un caballero, eso me lo enseño alguien que tu y yo conocemos...
- Mi padre fue valiente... siempre dijo que asi era como deseaba morir...

Ella puso su mano en el hombro del muchacho y le sonrio.

- Serias un digno guerrero de Odin, se fuerte, nos veremos otra vez...

Recuperada la amazona recorrio velozmente la aldea y se detuvo ante las imponentes puertas del palacio amurallado. Para su sorpresa estas se abrieron levemente, lo suficiente para pasar. Con precausion ingreso y entro al palacio. Habia muchas puertas pero un halo frio parecia indicarle el camino hasta que finalmente llego al salon principal del trono.

Alli la esperaba un anciano que estaba de espaldas a ella. La joven penso que quiza este era Odin, aunque era demasiado viejo para ser el lider que ella esperaba encontrar.

- No cumpliras tu destino si continuas con esa actitud- dijo el anciano sorpresivamente
- Quien eres tu? - dijo ella con desconfianza, este no podia ser Odin

Entonces vio de debajo de las alrgas ropas del anciano salia una serpiente que creio asombrosamente ante sus ojos claros.

- Cumple ahora con el paso final... linberate de la oscuridad que llevas en tu corazon...

Oyo al anciano pero este se encontraba detras de la enorme serpiente que al terminar aqulla frase se abalanzo contra al amazona. Esta reacciono velozmente para no ser devorada y de inmediato golpeo con fiereza la cabeza de la criatura. Pero aquel impacto fue como si no hubiese existido, ningun ataque fisico podria dañar a la serpiente y esto fue confirmado por las palabras del anciano.

- Desata tu poder cosmico si deseas triunfar...

Sekiam entonces concentro su cosmos y envio una esfera de energia purpura contra la serpiente pero esto tampoco le hizo daño. Un movimiento rapido de la criatura la golpeo tremendamente lanzandola contra el trono de Odin. Junto a ella el anciano solo la observo.

- No puedo ser un guerrero de Odin... - dijo sekiam apoyada en el trono con su frente sangrando.
- Y no seras solo un guerrero, Sekiam...

Ella se levanto y miro con sorpresa al anciano, el extendio su mano hacia ella y le quito el lazo a su trenza deshecha. Su caballo suelto se agito con una brisa fria, y solo entonces noto que era claro, habia perdido su color azabache, de un celeste plateado hermoso era ahora. Entonces lo comprendio, solo habia un ser con esas caracteristicas, Polaris, al representante de Odin la Tierra, la antigua Hilda en otros tiempos, esa era una poderosa señal.

Cerrando los ojos su cosmos purpura ardio como nunca y en un instante este se volvio blanco puro. Al abrir su claros ojos celestes su mirada era otra. calmada y decidida, solo extendio su mano y la criatura. la gran serpiente, puso su cabeza para que ella la tocase. De inmediato al simple roce la serpiente disminuyo su tamaño y luego se deslizo lejos de la vista de Sekiam, fue entonces cuando el anciano le entrego a la amazona la lanza de Polaris.

- Desde ahora seras conocida como la representante de Odin, Sekiam de Polaris...
- Pero... donde esta Odin?- dijo mientras tomaba la lanza.
- Lo veras muy pronto - le respondio el anciano alejandose hasta llegar a la puerta
- No te vayas tengo muchas preguntas que hacerte...

El anciano no hizo caso a esto ultimo y se fue, aunque Sekiam corrio a la puerta al abrirla ya no estaba. Se quedo con todas sus dudas sobre su eleccion como la nueva Polaris, era algo totalmente diferente, y su corazon seguia frio, pero al mismo tiempo una chispa nacio dentro de ella.

Cerro la puerta del salon y camino unos pasos hacia el trono, pero no alcanzo a llegar cuando se abrieron al puertas de par en par y varias valkirias se avalanzaron sobre Sekiam quitandole el abrigo que llevaba.

- Mi señora -dijo una- no puede estar vestida asi...

La llevaron del brazo mientras unas cargaban vestidos muy finos y discutian de cual le quedaria mejor. Asi llegaron a un habitacion muy grande, para sorpresa de la amzona era un baño con una tina ya preparada. Las valkirias le quitaron la ropa en un momento y la metieron a la bañera, estas le iba a bañar, pero ella las interrumpio diciendoles que podia sola y les pidio que se retiraran.

- Como usted desee, mi señora, estamos para servirle - dijo una de ellas y dejando los vestidos le hicieron una reverencia cada una antes de retirarse.

Aquello habia sido muy extraño, tardaria un tiempo en acostumbrase a esta nueva vida, donde las valkirias le servirian y viviria en un hermoso palacio.

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La llegada de un Hades al foro que no me parecia alguien que pudiera respetar como lider y tras demasiados roces con el y su lacayo de ese tiempo me vi obligada a dejar mi hermosa armadura purpurea. Vague sin destino por mucho tiempo solo llendo al foro a charlar un poco, en ese tiempo de autoexilio me converti en Euricide pues tenia aun en mi corazon el anhelo de pertenecer al inframundo pero estaba impedida de realizar cualquier cosa al igual que aquel personaje que no podia moverse de ese lugar.

Pero un dia lo supere, deje mi trauma del inframundo y la mejor opcion que vi fue Asgard, la tierra olvidada de los guerreros invisibles pues de los que tenian puesto de asgarianos no se aparecian o era irregulares en sus apariciones. supongo que el hecho de llevarme bien con mi viejo maestro de entreno Rais, Odin, me insentivo a unirme a pesar de ser un lugar obviamente inhabitado.

Con el tiempo le llegue a tener mucho afecto a este puesto, creo que aunque siendo Wyvern me identificaba mucho, al ser polaris cambie tambien yo y fue mas bien una evolucion personal, pase una etapa y continue con otra, aunque despues tambien abandone a Polaris, pero eso se comentara en otro momento.

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La Juez de Wyvern (Parte 3)

*** Mucho tiempo he pasado de foro en foro roleando mis personajes de Saint Seiya, ahora quiero rescatar las historias que se perdieron en diversos lugares. Esta es mi recopilacion de fics *** 

Entrenamiento para Juez Wyvern - ssap.mforos.com


Luego de la charla Sekiam cambio subitamente de actitud, estaba complacida por la situacion y muy comoda. Siempre quizo combatir con los mejores, las batallas la animaban mucho y aun cuando todas sus compañeras estaban ya rendidas por el arduo entrenameinto ella siempre queria mas. No era problema verse en la situacion de combatir y mas entusiasmo sentia al saber que ello le permitiria obtener su armadura que ni siquiera sabia como era. Asintio ante las palabras del joven y con una reverencia dijo que se prepararia. Al quedarse a solas con el anciano se despidio de el. 

- bueno... muchas gracias, anciano - le hizo una reverencia - Ahora debo prepararme para mi encuentro... - Me quedare a ver tu pelea, jovencita, ve tranquila y descansa un poco. Sonriendo se marcho a ver un lugar donde acentarse. Su largo viaje habia terminado luego de tan arduo viaje. No se sentia cansada de todas maneras, asi que vago un buen rato por las ruinas de un lado a otro hasta que se apoyo en un muro para desatar su trenza. Mientras la hacia de nuevo reflexionaba por lo acontecido. Habia pasado mucho en tan poco tiempo, ahora ya se encontraba verdaderamente cerca de su objetivo. Luego vio que aquella casa donde se apoyaba estaba en buen estado y no muy lejos del coliseo, asi decidio quedarse alli. Despues de impeccionar el lugar y refrescarse se acomodo en una habitacion descansando su cuerpo en una cama. Sin darse cuenta se durmio profundamente, tuvo un sueño muy agradable. Se presentaba en el coliseo pero afuera habia un hombre vestido con una armadura de alas enormes que le daba la espalda, Sekiam se sentia confiada y se acerco, pero cada paso que daba se sentia mas pequeña, como si volviera a ser una niña, hasta que llego a su lado y lo miro hacia arriba. Su rostro estaba oscurecido por el casco que llevaba puesto, pero se lo quito y tomo la mano de Sekiam para luego arrodillarse a su lado. La miro con sus ojos castaño clarisimos y la amazona lo abrazo como a un padre. - Desde ahora seras conocida como la Juez de Wyvern, pequeña Sekiam - le dijo el hombre y luego todo se volvio negro haciendo que la amazona se despertara... - la batalla!, cuanto tiempo ha pasado? - se sentia perdida y se apresuro al coliseo. Llego al lugar indicado luego de aquel grato descanso. Se sentia satisfecha, finalmente conocia la armadura que portaria muy pronto. Se presento ante el joven y el anciano que se encontraban comodamente sentados. - estoy lista, quien sera mi oponente?!

Llegado el día del combate se presentaba la joven aspirante al enorme Coliseo donde ancestrales batallas se habían llevado a cabo y muchas vidas se habían perdido en el intento por convertirse en caballeros, pero donde tambien muchos otros habian resultado triufadores.

Era ahi donde le esperaban no solo el anciano que hasta ahora habia servido a la joven como guia, sino tambien se podia setir un poderoso cosm a su lado, mas sin embargo este permanecia oculto en aquella sombra proyectada detras de una columna, mientras esperaba sereno la justa indicacion d su presencia.

Viendo el anciano que la joven se situaba en la arena de combate,viro la cabez, apenas un leve movimiento, pero lo necesario como para hacer que aquel poseedor del cosmo se desplazara a combate.

Tomo tan solo un parpadeo y aquella figura se materializaba frente a la joven en la arena, acompañado de una gracil y placida ventizca que con ella arrastraba en sus andares a centenar de petalos rojos de rosa que perfumaban el lugar y cubrian la arena.

La joven cubria sus ojos debido a la rafaga y en ese momento, al abrirlos, justo ahi, se dio cuenta que su adversario habia llegado.

Se trataba de un hombre con un porte gallardo y orgulloso, poseedor de un rostro con una belleza admirable,pero tambien conocido como uno de los mas fieros guerreros del lugar.

-- Apenas tan solo una chiquilla eh! anda "venerable anciano" no sera acaso que te has equivocado esta vez en tu desicion? --- cuestionaba el recien llegado al anciano mientras notaba cierto disgusto en el rostro de la joven.

--- Vamos pequeña, no te lo tomes tan en serio -- decia el guerrero mientras tomaba del rostro de la joven con su mano izquierda y con la derecha deslizaba una rosa por sobre la sonrojada mejilla de esta.

--- Esto es para ti.... --- decia el joven mientras entregaba la rosa a la joven

--- Pemiteme presentarme, soy un santo a la orden de mi diosa Athena y fiel miembro del Clan Antiguo, soy el Caballero Dorado de Piscis, guardian de la doceava casa del Santuario y hoy.. sere tu contrincante --- decía el santo mientras de un salto se posicianaba por encima del joven y la rodeaba hasta situarse justo detras de ella guardando distancia en posicion de ataque.

La amazona observa su oponente dorado y su ansia por vencerlo se incrementa, que mejor contrincante que un dorado, medir su fuerza con un caballero envestido con una armadura. Toma la rosa mostrando su cara seria de siempre y da un salto hacia atras tomando posision de ataque. - interesante presentacion... no soy cualquiera y te lo demostrare... La rosa en su mano es envuelta en llamas purpuras que la desintegran. Entonces adopto una postura estatica, levantando su mano derecha formo una esfera de energia que estallo en cientos de rayos que arrasan con todo a su paso - Onda Expansiva!!

Una onda expansiva de tremendo poder era liberada de manos de la joven y amenazaban con arrasar todo a su paso, el Caballero Dorado tan solo miraba sin embargo aquella rosa calcinada y el golpe le impactaba de frente sin apenas hacerle retroceder.

--- Uhm, con que asi sera eh! bien... supongo qe a una mujer no hay qe tocarla con el petalo de una rosa cierto? pero qe tal con miles de ellos? ---

El Caballero de Piscis emanaba su cosmoenergia y un suave movimiento de su mano disipo por el aire una tempestad de rosas rojas cargadas con el veneno mas peligroso conocido por el hombre

El perfume mortal contenido en las rosas pronto impregno la arena de duelo y las rosas se dirigian hacia la joven aprendiz

La amazona no se impresiona por el ataque y este le impacta con fuerza, pero lo recibe complacida, es su premera experiencia contra un caballero real, uno que porta una reluciente armadura.Una leve sonrisa se le dibuja como si saboreara aquel momento y sin decir una palabra como era habitual en todas sus batallas de entrenamiento, se lanzo con un nuevo ataque. - Gran Precaución !!! Extendiendo su mano derecha hacia el enemigo mostrando la palma libero una explosion de luz purpura inmensa y arrolladora. Pero junto a esto emitio un rugido feroz que le permitio dar un daño mayor por la explosion de su cosmos en un ataque.

La tecnica de Sekiam era impresionante, no solo habia liberado un golpe tremendocon su Gran Precaución, sino qe tambien habia lanzado una impresionante ola destructiva que se dirigia de lleno al Dorado, quien sin tiempo alguno para defenderse fue impactado y fue lanzado varios metros atras.

Cuando la rafaga de Sekiam concluyo, el dorado se encontraba con una rodilla en el suelo mientras un tanto de sangre escurria de por su cabeza y exclamo.

--- Impresionante en verdad! Debo admitir qe eres fuerte! lamentablemente tambien debo admitir qe tus ataques aunque efectivos, son un tanto desaliñados, no pareces pensarlos mucho y te lanzas como una furia descarriada, tu rostro sin embargo nodemuestra emocion alguna y finjes esconderte tras un semblante de dureza, si qe me conmueves debo decir ---

La guerrera permanecia inmutada ante el comentario del caballero, si habria respuesta o o a su alegato seria cosa de ella, pero mientras tanto, el caballero se ponia de pie y limpiaba la sangre de su rostro, entonces se sonrio.

--- Hay algo de mi que debes saber, mi sangre.. jamas, jamas!! debe ser expuesta, y ahora descubriras el porque... ---

El Dorado elevaba su cosmo y pronto la sangre que habia sido derramada comenzo a cubrir el lugar, rodeandolo en una espesa neblina carmesi, la niebla se volvia cada vez mas espesa y pronto un dulce olor a sangre cubrio todo el coliseo.

El Caballero adoptaba una posicion elegante y se cubria el rostro con una mano, de pronto la mano bajo dejando descubierto su rostro y con ello una de las tecnicas naturales del Piscis

La joven parecia inmovilizada por el encanto natural de la tecnica de Piscis

--- Debes saber qe mi signo es portador del maximo estandar del belleza entre toda mi orden, pero no debe ser tomado a la ligera, pues es este encanto lo queme permitenublar la mente del adversario y tu has caido presa de el --- decia el santo mientras la neblina de sangre comenzo a rodearlo

La neblina pronto se volvio en un torrente sangriento qe giraba y rodeaba el cuerpo del dorado qien lo controlaba a su voluntad con su brazo derecho, su cosmo se hizo presente una vez mas y entonces el torrente se elevo al cielo, en ese entonces, se separo en miles de finas espinas afiladas cargadas del mas poderoso veneno contenido en la sangre del caballero.La lluvia de espinas caia cuesta abajo y parecia inminente el impacto directo a la guerrera quien no tenia idea del dolor que le esperaba.

Sekiam guada silencio, apenas fruncio el ceño levemente ante el comentario del caballero respecto a su semblante, pero ella siempre fue asi, dura, nadie mostro gentileza mas que su maestra a quien rara vez le vio el rostro que ocultaba bajo su mascara, quiza por eso la amazona muestra tal frialdad, ella tambien guardo por mucho tiempo su rostro.Al verse afectada por la mirada paralisante de piscis no pudo contraatacar, y la poderosa lluvia de espinas la daña sin poder escapar de ella.

La lluvia de sangre envenenada caia ferozmente sobre la joven aprendiz y el Caballero dorado se mantenia firme y veia como surtia efecto su tecnica mientras se preparaba para la siguiente

Su cosmo se concentro y en un rapido movimiento se disparo como un haz de luz directamente al cerebro de su oponente, el impacto seria un golpe psiquico capaz de proyectar su peor temor y convertirlo en llamas

Sekiam no puede contener el ataque de su oponente, la batalla se ha complicado para la amazona, se siente decaida ante la velocidad de la lucha.Entonces aparece frente a ella la sombra alada de Wyvern y le hace jurar lealtad a Hades, al aceptarlo sekiam se recupera en parte del daño recibido. Tras la recuperacion enciende todo su cosmos para emprender un nuevo ataque, levanta ambas manos y expulsa su poder en rayos purpuras - Ondas Infernales!

El Caballero mira atento la situacion que frente a el acontecia y entonces dijo:

--- puff! con que de esto se trata todo eh! un kyoto del meikai (Juez del Infierno), que semejante atrevimiento el tuyo haber invocado esa oscura alma ante mi fulgurante presencia---

Decia el caballero mientras la futuro espectro lanzaba su golpe hacia el dorado, pero este solo elevo el cosmo, el campo que estaba rodeado por petalos de rosas libero una espesa capa de rocio, como si la madrugara bañara con su fina agua los petalos de las mismas y pronto el lugar se nublo desapareciendo ahi la figura del Santo de Oro quedando fuera del ataque de la guerrera y evitandolo por completo

Esquivaba el disparo infernal que solo atraveso una cortina de niebla y el Caballero dijo

--- La onda Infernal eh! vaya si ese ataque me ha dejado desilusionado, he probado el mismo de un fiero y aguerrido Caballero de Oro y el tuyo no le llega ni a los talones, y aun asi conservas el semblante abstraido? vaya si resultaste solo una chiquilla jugando a crecer, permiteme mostrarte lo q le pasa a los niños qe creen poder jugar como adultos ---

El Caballero Dorado se mostraba luminoso y dispersaba la neblina para dejarse ver frente a la chica, en sus manos mostraba una rosa muy singular, incapaza de crecer naturalmente, pero perfeccionada por el arduo entrenamiento de este guerrero, era una rosa de petalos negros y sus espinas destellaban al sol como hojas de navaja afilada

-- Esta es una rosa negra, una rosa piraña y destruye todo a su paso ---Decia esto el Dorado y soltaba la rosa hacia SEkiam, la rosa se hacia acompañar entonces x varias cientos mas rosas negras y sus fieras espinas como diente se mostraban sedientas de sangre y hambrientas de carne

La amazona apenas habia logrado recuperarse gracias a su promesa de lealtad hacia Hades y era atacada nuevamente por el caballero dorado. Estaba en clara desventaja, por primera vez se entfrentaba aun oponente de este nivel, pero sabia que su destino era ser un Juez poderoso. Este seria su fin sin duda, la rosa le atravezaria el corazon si su sapuri protegiendola. No podia rendirse a pesar de ello, tendria que hacer estallar su cosmos como nunca antes. Se concentra al maximo rodeandose de la mas pura aura purpura que se elevaba como una llamarada enorme. Un cosmo diferente es invocado, su cosmos es reforzado por el gran Dios Hades que brinda proteccion a su Leal Juez , mientras unas alas enormes y purpuras de cosmos le nacen de su espalada para cubrirla como un capullo, impidiendo que la rosa llegara a su cuerpo deshaciendose frente a la amazona. Ella se mantiene de pie concentrada frente al dorado, en espera del momento justo para enviar su ultimo ataque. Elevando mi cosmos la sapuri de wyvern se refuerza por gracia del cosmos de Hades Sama. Despliego mis fabulosas alas y las utilizo para cubrime por completo como un gran escudo

El caballero dorado aprovechaba la breve pausa y con una suave viento que movia su cabello, su cuerpo fue envuelto en una cosmoenergia brillante y entonces su cuerpo que habia mostrado rasgos de fiero combate sanaba limpiando las heridas y se llevaba con el los rastros de la pelea.

El caballero se ha recuperado con sus energias, pero Sekiam estaba totalmente ausente de la situacion, concentrada con su cosmos al maximo y unas hermosa alas enormes purpuras de cosmos. Se mantenia en silencio y su rostro era sombrio mientras su cosmos brillaba intensamente encendido al maximo, como nunca antes, no le importaba quien era el enemigo, simplemente era alguien a quien debia ver caer, era una experiencia emocionante que jamas habia sentido y esto la abrumaba totalemnte aunque no lo demostrara. Extendio su mano hacia piscis y con su rostro sombrio expulso una gran explosion de energia con la forma del legendario Wyvern directo hacia su enemigo.

La guerrera atacaba una vez màs al santo, mas sin embargo este solo se limito a permanecer inmovil en su lugar, tan solo extendio su brazo hacia Sekiam y con la palma de su mano contuvo la tecnica mientras a sus pies el Jardin de rosas le brindaba proteccion desviando los efectos secundarios de la tecnica.

Recibia el golpe y se sacudia los restos del purpura cosmoslanzado, su mano mostraba signos de impacto, entre humo y sangre el dorado se miraba la misma y fruncia el ceño

Pronto el Jardin que hace poco habia salvado a Piscis de la tecnica de SEkiam soltaba al aire un viento de rosado color, este se dirigia rapidamente hacia la guerrera

Y fue ahi, una vez que la joven caia presa del perfume, sentia como sus movimientos eran frenados y sus sentidos se estaban desvaneciendo poco a poco quedando a merced del dorado

Y el Santo comento...

--- en algùn momento del combate debo admitir, que esperè un poco mas de ti, me he quedado sin embargo con un extraño sabor de boca, y no es que resienta el hecho de que mi belleza se exponga de tal manera en combate, no!... se trata del sencillo hecho de que esperaba un combate apasionante y este.. no ha resultado como hubiese querido, una lucha no consiste en solo atacar por que si, se trata de poner algo de ti en ello, y tu jovencita... me has demostrado la unica pasion que podria tener un bloque de metal, frio, solido y talvez hasta cuadrado, no dudo en ningùn momento de tu capacidad, no, pero aqui debo agregar, que mi objetivo jamas ha sido el ganarte este duelo, yo tan solo cumplo con un favor a un "viejo" amigo (levantando la mirada hacia el anciano que habia traido a la joven al Coliseo), y con esto me siento complacido con aquel camarada y mi labor aqui ha terminado, disculparas mi rudeza y mis avidas palabras, pero no tiene motivo el seguir con esto ---

Decìa el Caballero y entonces daba un fantastico salto en el aire en direccion al Palco principal del Coliseo donde el anciano esperaba, su dorada armadura acudio a el y lo cubrio con su reluciente brillo, mostraba un semblante serio y se colocaba junto al anciano, se mostraba sereno y esperaba el movimiento de su camarada.Piscis se había transportado de un salto a las gradas, al lado del joven que observaba atentamente el combate y del anciano que saltaba animando a la joven guerrera*. El joven guardián de las antiguas ruinas había observado todo el combate sin cambiar en lo más mínimo la impresión, en contraste con su longevo acompañante, que se había alegrado o sufrido por cada golpe dado en el combate. Por fin una ligera sonrisa afloro a su rostro, y, levantándose, coloco una mano sobre el hombre derecho de la armadura de piscis, que ahora cubría el cuerpo de su propietario, y le dedico unas palabras inaudibles para la joven amazona. Piscis asintió, y sin más se dirigió a las escaleras que suponían la salida de las gradas, aunque nunca llego a ellas, desapareciendo en el aire y dejando tras de sí un sencillo rastro de pétalos rosados. El joven, de un ligero salto, descendió a la arena y se encamino al lugar donde se encontraba la amazona, que debido a la última técnica de Piscis no podía ni siquiera mirarle. El anciano, viendo que el joven se le estaba adelantando se apresuro a la salida de las gradas, para llegar a la arena por sus propios medios y felicitar a la amazona. Para cuando alcanzo a los otros dos ocupantes de la arena, el joven acababa de llegar junto a Sekiam. La joven seguía sin poder verle, puesto que se había acercado por un lateral, al igual que el viejo que ahora se encontraba ante ella felicitándola por su victoria ante el dorado, sin embargo sentía que allí se encontraba. Cada paso que este daba en su dirección era como si el aire ejerciera mayor presión sobre ella, hasta que al final esta presión la desestabilizo y la hizo trastabillar hacia atrás. Sekiam se puso en guardia, pensando que esto sería una nueva prueba a afrontar, hasta que, viendo la sonrisa en la cara del joven, se dio cuenta de que no tenía intención alguna de atacarla y relajo se postura. Al realizar esto se dio cuenta con asombro que ahora podía moverse con libertad. -Magnifico combate Sekiam, puedes estar orgullosa. Has luchado contra un dorado y salido victoriosa, y eso aun sin tener una armadura propia. Cierto es que el tampoco portaba la suya, y ha debido ceñirse a ciertas “pautas y normas”, sin embargo esa no resta merito a tu hazaña. -Respecto a las últimas palabras de Piscis. Bueno, no les hagas demasiado caso. Creo que ha olvidado que cada cual lucha a su manera, unos con pasión y otros controlando al máximo sus sentimientos. Y todas las maneras tienen sus ventajas y sus inconvenientes.- Y tras decir esto el joven se dio la vuelta encaminándose a la salida, sin dejar de hablar.- Además, no sé por qué motivo los espectros de Hades siempre os alineáis en ambos extremos, no tenéis punto medio. Siempre sois unos guerreros sin sentimientos o unos animales guiados en extremo por vuestra furia. En fin… qué más da, cada cual es como es. Al salir del coliseo Sekiam se dio cuenta al final de lo largo que había sido su combate. ¡El sol ya se había puesto y su luz comenzaba a desaparecer del cielo, dejando en su lugar la de las estrella!. Sin lugar a dudas en el coliseo ocurría lo mismo, pero el combate y los hechos posteriores le habían robado la atención hasta tal punto que no se había percatado. Siguiendo los pasos del joven (y al fin en su exclusiva compañía, pues al anciano parecía haber desaparecido en algún momento a la salida del anfiteatro), ambos se dirigieron a una de las casa en ruinas cercanas a la entrada del imponente edificio que acababan de abandonar. Cuando al fin se encontraron ante ella, y la escasa luz le permitió visualizarla mejor, se dio cuenta de que debía ser la vivienda menos dañada del todas las ruinas. Su fachada estaba en perfecto estado, y de hecho no recordaba haber visto una casa en tan buen estado en su anterior recorrido por las ruinas. Al entrar ambos en ella, la joven se dio cuenta de que si tenía una imperfección, le faltaba totalmente el techo, mostrando ahora ya las incipientes estrellas. Al tomar asiento sobre una simple manta que había sobre el suelo (pues las 3 mantas que había extendidas en el suelo eran el único mobiliario de la estancia), el joven le indico con un simple gesto que podía imitarlo, y comenzó a hablar de nuevo. -Bien, te dije que si pasabas la prueba del coliseo te ayudaría a conseguir tu armadura, así que supongo que tendré que cumplir mi palabra. Al oír estas palabras Sekiam se sintió más cerca de la armadura que nunca antes, y por fin se relajo sobre la alfombra, como si ya hubiese alcanzado su destino y pudiera al fin descansar. Sin embargo, al momento se dio cuenta de donde estaba y con quien estaba y se volvió a poner en guardia. Seguía sin confiar en el joven, mas aun desde que había sentido la extraña fuerza que en el coliseo la había librado de la técnica de Piscis. Algo en su interior le decía que no era lo que aparentaba, y eso la intrigaba. Pero otra fuerza en su interior la impulsaba contra él, la impelía a atacarle como si fuera un rival, como si le hubiese hecho algo terrible en el pasado. Sin embargo ahora parecía que iba a ayudarle así que se limito a preguntarle cuándo comenzaría el entrenamiento, ella se sentía capaz de comenzarlo en ese mismo momento, sin importar la hora que fuese. -Espera un momento. ¿Entrenamiento?. ¿Quién te ha dicho que yo te vaya a entrenar?. Yo te dije que te ayudaría a conseguir la armadura que quisieras, no a entrenar para ser digna de portarla. Además en el combate a quedado claro que ya sabes los fundamentos básicos. Sabes usar bien tu cosmos, manejarlo tanto para el ataque como para la defensa, aunque andes algo verde en el resto, pero bueno, eso mejorara con la práctica. 

-Lo que yo voy a ayudarte es a encontrar tu armadura, que si no me equivoco será la del tercer juez den infierno, Wyvern, ¿no es cierto?. -Bien. Veamos a ver. Como ya sabrás, las armaduras son conocidas de dos maneras, ya sea por lo que simbolizan, o por el héroe inicial que por sus esfuerzos mereció que una armadura fuera creada para él. Las armaduras están unidas a sus dueños, los caballeros y amazonas que las visten, pero más que a ninguno a su portador inicial, el que fuera responsable de su creación. Cuando uno de sus nuevos portadores muere o pierde la confianza de la armadura o de su dios, la armadura lo abandona y regresa a su lugar de descanso, que está atado al lugar de descanso de su primer portador. En tu caso, su primer portador fue, como ya sabrás, el héroe Radamantis, uno de los hijos que el señor del Olimpo tuvo con la princesa Europa, junto con Sarpedon y Minos. -Radamantis vivió durante mucho tiempo gobernando Creta, de modo que ese sería un buen lugar para comenzar la búsqueda, sin embargo fue expulsado de allí por su hermano Minos, que usurpo su lugar en el trono. Radamantis se traslado entonces a Beocia, donde se caso, y de nuevo, debido a su profundo sentido de la justicia llego a ser rey, en este caso de la ciudad helénica de Tebas, en la cual murió… y aquí es donde la cosa se complica. En el año 335 a.C. la ciudad de Tebas se sublevó contra Alejandro Magno, que solo les dio una oportunidad de rendirse antes de atacarla. Los habitantes de la ciudad no se rindieron, y el macedonio extermino completamente la ciudad, matando o capturando a todos sus habitantes y dejando solo un solo edificio en pie, la casa del poeta Píndaro. Durante 20 años, la ciudad permaneció abandonada hasta que en el año 315 a.C. fue refundada… sin embargo no lo fue en su misma ubicación inicial. -Quizás lo mejor que podrías hacer es dirigirte a la actual ciudad de Thiva. Esta se alza sobre parte de la antigua Tebas. En las cercanías encontraras las excavaciones de las antiguas ruinas… y puede que también zonas que aun no han sido descubiertas. Supongo que si de verdad estas destinada a portar la armadura, ésta te ayudara a encontrarla. Sekiam lo miraba fijamente. No se había perdido ni una sola palabra de todo lo que le había dicho, ni un solo dato de todo el torrente de información que acababa de recibir, y ya estaba pensando en cómo encontraría la armadura. Conocía la ciudad de Thiva, de hecho había pasado por ella en su periplo desde el santuario a las antiguas ruinas, y se encontraba cerca, a poco más de 150 kilómetros al sur, quizás 200 con el rodeo que había que dar para esquivar en mar. No podía creer que la armadura se encontrara tan cerca. Estaba ansiosa por partir. -Bueno, y dicho esto, todo queda en tus manos. Lo mejor que puedes hacer ahora es ir a la casa que hayas elegido como vivienda temporal y descansar hasta mañana. Puede que no te hayas dado cuenta, pero el combate contra Piscis te ha desgastado bastante y necesitaras ese descanso. Duerme y parte por la mañana… y si tienes suerte, vuelve con la armadura a tu espalda.

Aun en las Antiguas Ruinas... Sekiam se retiro hacia su refugio donde descansaria por aquella noche, camino un poco perdida por entre las ruinas, le molestaba mucho lo que Piscis habia dicho y ese ultimo ataque tan innecesario, ella seria una jueza, debia tratarle con mas respeto. estaba enojada caminado sola hasta llegar al lugar. Al acostarse cayo bajo un sueño profundo, estaba agotada, pero era un cansancio que iba mas alla de la batalla, era mas bien por todo lo que habia pasado hasta ahora desde su escape del santuario. Al amanecer ya estaba preparada para emprender su nuevo viaje, pero todavia le daba vuelta a aquellas frases. - que tiene de malo ser seria, inexpresiva o lo que sea, no entiendo de que hablan, esas cosas no tienen importancia... pasion en la lucha? eso no sirve de nada, todo lo que vale es el poder, por años he usado una mascara como mi maestra, por la expresion de mi rostro no ganare, es mas por este rostro femenino podrian subestimarme e incluso faltarme al respeto como ese piscis, a un hombre no le habria dicho lo mismo... Poco a poco dejo estos pensamientos atras mientras se dirigia velozmente hacia las tierras de Tebas. Mas ruinas en su camino, pensaba ella, pero esta vez su objetivo estaba a la mano, seria sencillo, al llegar alli su armadura la reconoceria e inmediatamente acudiaria asu encuentro poniendo fin a toda esta aventura. Con mucho animo recorrio todo el trayecto, ya podia sentir que portaba la hermosa sapuri de Wyvern. Su llegada a Tebas... Luego de descansar un poco en el camino llego finalmente a lugar y sin mirar a la concurrida Thivas fue directo a las ruinas y se quedo alli a pasar la noche pues se habia hecho tarde. Por la mañana expandio su cosmos por todo el lugar esperando que la armadura la sintiese y fuera su encuentro como tenia pensado, pero no fue asi. Entonces creyo que deberia buscar algun indicio por las ruinas, ahora estaba en cero nuevamente, sin mas pistas. En aquel lugar encontro a un sujeto sentado en unas rocas, elegantemente vestido y con una gabardina negra que se mecia con el viento. Ella penso que seria algun turista o algo asi, pero al acercarse este le hablo. - asi que finalmente has llegado, una joven, no me lo esperaba... despues de tantos años, has crecido mucho... - quien es usted? - su rostro le parecia familiar pero no estaba segura. El hombre se levanto y la miro frente a frente, era un hombre maduro con su cabello largo y rubio claro. entonces se dio cuenta del parecido con el hombre que habia soñado, aquel de la armadura, que portaba la sapuri wyvern y esto la impresiono notoriamente. - no, no soy yo... seguro mi ancestro se mostro ante ti en algun sueño, pero solo es el parecido. Sekiam estaba confundida, no sabia que intenciones tenia este tipo ni la razon de su presencia en ese lugar. Su parecido era impresionante, pero mucho mayor, no sabia si creerle. - bien, te lo dire, por muchos años he esperado este momento... - Se quito la gabardina y la dejo a un lado - yo soy Rades, descendiente del legendario radamantis... - y por que no eres tu el nuevo wyvern? - le interrumpio ella mientras el sujeto se quitaba su chaqueta fina y arremangaba su camisa. - que impertinente eres - la miro con sus ojos claros intimidantes y ella retrocedio un poco - La nueva guerra comienza ahora, ya es tarde para mi, estaba preparado como cada generacion, pero mi ancestro a traves de un sueño me dijo que no seria el siguiente, ya habia alguien que habia nacido bajo la estrella de Wyvern y este seria el nuevo caballero. - acaso piensa luchar contra mi?, le aseguro que estoy preparada y no me guardare mis poderoso ataques. - justo se trata de eso niña, veamos si mereces la armadura... Entonces el sujeto se presipito velozmente contra Sekiam intentado un golpe en el estomago, pero la amazona se puso seria inmediatamente y lo esquivo, asi que el sujeto quizo golpearle el rostro a lo que la amazona puso su mano tomandole el puño. - relampago del infierno... - susurro, generando un potente golpe electrico de rayos purpuras que lanzaron al hombre lejos de ella. - ey, veo que dominas algunos poderes - dijo este moviendo su mano. - ya se lo dije, no me guardare mis ataques mas poderosos La guerrera prepara uno de sus mas fuertes ataques solo extendiendo su mano, ya lo habia hecho antes, era la "gran precacion", pero su adversario lo vio venir y se apresuro a moverse saliendo de la vista de la amazona. Entonces en apenas un segundo al volver a mirar una enorme esfera de energia purpura se iba contra ella. Concentro su cosmos y unas enormes alas le aparecieron impulsandose rapidamente lejos del peligro. - eso si me impresiona, pequeña, has concentrado tu cosmos como si tuvieras puesta la armadura de Wyvern -dijo satisfecho el sujeto. El tipo volvio a acomodarse las mangas abotonandolas, fue hacia su chaqueta sobre unos pilares y la sacudio un poco. - que?! eso sera todo? - la amazona no estaba conforme y concentro en su mano una pequeña esfera de energia, pero nuevamente la mirada del tipo la congelo por completo... - es suficiente, veo que antes de venir aqui tuviste algun tipo de entrenamiento... - asi es yo... - no digas mas, vamos de una vez, por el camino me cuentas. El hombre tomo luego su gabardina y camino entre las ruinas, la amazona lo siguio algo dudosa y un poco avergonzada por la situacion, pero se apresuro hasta llegar justo detras de el. Mas tarde llegaron a la calle donde una limosina los esperaba, el hombre la invito a subirse y ella acepto. En Thiva... Recorrieron las calles de la ciudad hasta llegar a una casa muy elegante con un jardin hermoso en la entrada y ambos entraron. El señor Rades pidio que prepararan el baño para la joven y unos sirvientes la condujeron alli. Luego de una ducha relajante noto que no tenia ropa para ponerse, solo un vestido muy fino le habian dejado, asi que tuvo que ponerselo aunque no le agradaba nada la idea. Dejo su cabello suelto y un sirviente la llevo hasta el salon donde sirvieron la comida y Rades la esperaba. - Te quedaras aqui, esta es tu casa ahora, la antigua casa que ha pasado de generacion en generacion... Sekiam no dijo palabra solo se sento a la mesa y disfruto de la comida. Mas tarde recordo a que habia venido a Thiva y se animo a preguntarle. - Usted tiene la armadura de Wyvern?

 - Vaya, te habias tardado en preguntar 

- Es que... la comida esta deliciosa... - se sonrojo un poco, nunca se habia sentido tan comoda y eso era extraño. 

- Lamento decirte que no la tengo, de hecho si la tenia, pero cierto dia simplemente desaparecio, seguramente fue el dia que naciste... 

- Aun no entiendo porque usted no es el siguiente Wyvern, es decir, podria ser por su... edad - termino susurrando la oracion. 

- Nada de eso, como crees... - no parecia muy molesto - Simplemente para ser el Juez Wyvern debes nacer para ello, asi cuando tu naciste la armadura se fue de aqui para naturalmente reestructurarse. Sekiam se quedo mirandolo, no sabia a que se referia con eso. - Es simple, tu eres una mujer, por lo tanto la armadura debe adecuarse a tu figura y para ello es seguro que se dirigio a algun lugar profundo, lo mas probable es que se encuentre en el rio Onquestos, muy cercano a este lugar... - Y... usted no ha ido a buscarla? 

- Claro que no, eso debes hacerlo tu. 

- Bien, ire despues de la comida... - No, iras cuando acabe tu entrenamiento... Rades le explico que el mismo se encargaria de mostrarle las tecnicas de Wyvern, aunque ella insistio que ya sabia usar su poder y que se lo habia demostrado, el joven Rades le dijo que no era suficiente, no cualquiera podria decir que es el juez de Wyvern y luego hacer el ridiculo en un combate, asi que se decidio en aquella comida que la amazona se quedaria alli y cumpliria su ultimo entrenamiento. No tardo en cumplir con todas las exigencias del señor Rades, Sekiam aprendio rapido pues ya tenia lecciones adelantadas y perfecciono todas sus tecnicas de ataque y defensa. 

Asi que era hora de ir por su armadura al rio Onquestos. Se dirigio al rio ella sola y Rades espero en la mansion su regreso. Frente al rio la amazona se lanzo y nado lo mas profundo que pudo, pero no veia nada. Volvio a la superficie el aire no le alcanzaba para tal profundidad. Pero no podia dejarlo asi, aunque se le acabase el aire debia llegar a su armadura, despues de todo lo recorrido no podia rendirse y asi lo hizo. Nadando hasta lo mas profundo logro ver un brillo especial y fue hacia el, ya no tenia aire, pero encendio su cosmos al maximo entonces la armadura se separo en sus partes y la cubrio, ella extendio sus alas impulsandose fuera del agua como un rayo purpura y aterrizo en la orilla vestida con su esplendida sapuri de juez. Pero no regreso a la mansion fue directo a las antiguas ruinas, dejo una nota, que luego Rades leyo en donde explicaba que no regresaria. Rades guardo aquella nota, sabia que Sekiam volveria en algun momento, el ya habia hecho todo para ayudar a la nueva Wyvern y esto le complacia. Sekiam se apresuro y esta vez viajaba veloz como un rayo purpura imparable, al entrar nuevamente en aquel tunel de entrada a als ruinas arrazo con todo a su paso sin esfuerzo hasta salir de alli y se dirgio al coliseo, desde alli pudo recordar el camino hacia la casa del joven guardian de las Antiguas ruinas y se presento ante el con su ropaje de wyvern que le calzaba perfectamente a su figura femenina.

El sol acababa de salir, cuando una figura se interpuso en su camino proyectando su sombra sobra la fachada del edificio. El joven, mirando por el quicio de la puerta, observo la especial silueta de la figura que se hallaba ante su umbral. Las puntiagudas alas que sobresalían a los laterales, las protuberancias que a modo de cuernos se alzaban sobre la cabeza, o la larga cola que imitando una coleta nacía en la parte posterior de la cabeza. El joven sonrío, pues estaba claro quién se encontraba ante su morada, e inmediatamente después se pregunto por qué sus “alumnos” serian siempre tan serios y correctos. Una persona un poco más despreocupada habría realizado la misión igual, pero se habría presentado a su puerta a una hora más normal, por ejemplo después de desayunar, no al amanecer. Si embargo, fuese la hora que fuese, lo cierto era que se encontraba allí, esperando sin moverse y, estaba seguro a pesar de que el sol a su espalda solo lo permitía ver su silueta, con una sonrisa en la cara esperando con anticipación la reacción del joven. Éste, incorporo la parte superior del tronco, de modo que quedo sentado sobre la manta que segundos antes era su cama, y bostezando le hizo señas a la recién llegada para que pasara. 

-Vaya, vaya, veo que por fin has conseguido la armadura, ¿eh?. Ya te ha costado, hace más de un mes que partiste. La nueva jueza, que se acababa de sentar ante su interlocutor, no supo cómo reaccionar. No eran esas exactamente las palabras que había esperado oír, y no se había preparado para afrontarlas. -Esto… yo… tuve que afrontar un nuevo entrenamiento y… El joven, que levantándose había traído un pequeño cuenco de mimbre con unas manzanas y unas peras en su interior, cogió una de estas últimas, le dio un mordisco, y dejándolo entre ambos tomo asiento de nuevo. -Jajajaja. No te preocupes, era una pequeña broma. Ya sé bien lo que has hecho.- dijo volviendo la mirada a la ventana que se hallaba justo al lado de la puerta. Instintivamente Sekiam miro también en esa dirección, pero no pudo ver nada más aparte de otras ruinas, el cielo, nubes, y un lejano pájaro volando.- Bien, viendo lo velozmente que has regresado, seguro que no has dormido, ni comido nada desde ayer. Porque no comes algo. Dicen que el desayuno es la comida más importante del día. Lo cierto es que si que tenía cierta hambre, no había comido nada desde la última cena que tomo en la mansión de Rades, y lo cierto es que su cuerpo se había hecho con mucha facilidad a la costumbre de comer a diario tan fantásticamente. Ahora su estomago le exigía su desayuno acostumbrado, aunque Sekiam no sabía si se conformaría con una simple pieza de fruta, que era lo que tenia ante ella. Aun así, mejor sería eso que nada, así que alargando la mano tomo una manzana roja del pequeño cuenco y le propino un mordisco. Quedo completamente sorprendida del magnífico sabor que tenia la pequeña pieza de fruta. Incluso en las lujosas comidas que había tomado estos últimos días habría costado encontrar algún bocado que igualara si quiera el sabor que ahora paladeaba. Casi sin darse cuenta acabo con la que había comenzado y dio cuenta de otras 3 manzanas y un par de peras. Mientras tanto, el joven se había levantado (dejando sobre la manta los restos de su tercera pera), y había ido a la habitación de al lado (si es que podía decirse que fuese otra habitación, ya que la única prueba que lo demostraba eran unos pequeños remanentes de la antigua pared que antaño las habría separado, que aun sobresalían de la fachada principal hacia el interior). Parte de la pared inferior del fondo de esta habitación se había derruido hacia tiempo, y dejaba pasar, justo por la esquina, una pequeña corriente de agua. El joven, inclinándose, hizo cazo con las manos para tomar el agua entre ellas y poder echársela por la cara. Tras repetir la operación un par de veces más consiguió que el frescor del líquido elemento le arrebatara por fin los últimos vestigios de sueño. Tras esto volvió junto a Sekiam, que por fin se había saciado y dejaba los restos de su sexta pieza de fruta. -Vaya, parece que no me había equivocado, tenias hambre, jejeje. 

-Bueno, pues si por fin has conseguido tu armadura, ya solo nos queda hacer una última cosa. Vamos al anfiteatro. Sekiam se levanto y partió tras el joven. No sabía que podía faltar, ya tenía su armadura. El camino hasta el anfiteatro se le hizo corto. Lo acababa de realizar y ya lo comenzaba a conocer con bastante detalle. Al adentrarse en el edificio una sensación extraña comenzó a invadirla, no sabía a qué se debía, pero algo en su interior le decía que era lo correcto. Era una sensación extraña, pero también extrañamente adecuada. Al entrar a la arena el joven dirigió sus pasos directamente al centro. Sekiam le seguía de cerca, pero dirigiendo su mirada a las vacías gradas. Por más que miraba no veía más que asientos vacios, pero sentía varias presencias repartidas por todo el coliseo. Incluso durante una decima de segundo la pareció ver en un asiento al caballero de Piscis, pero en el parpadeo siguiente ya no estaba. Una vez llego al centro de la arena el joven se volvió de cara a ella, de modo que se detuvo, para comprobar anonadada como el sapuri abandonaba su cuerpo para tomar a su lado la forma del Wyvern. 

-Sekiam, para tratar de conseguir tu armadura buscaste este lugar, las legendarias antiguas ruinas. Pese a las pocas posibilidades conseguiste llegar hasta aquí. Superaste todas las pruebas que te fueron impuestas, y ahora, has regresado con el símbolo más evidente de que ya eres una amazona. Has cumplido con todo lo necesario para poder entrar a formar parte de la antigua orden de caballeros, de modo que ya solo me queda una cosa que decirte… Levantando la mano derecha el joven la poso sombre el hombro de la amazona y agrego el himno de los caballeros de la antigua orden. 

-De hermano a hermana. Tuyo en vida y muerte. Y añadiendo simplemente un pequeño apretón de la mano en el hombro, el joven se encamino a la salida, mientras la joven oía a modo de eco como la frase que acababa de oír se repetía una y otra vez con diferentes tonos desde diferentes puntos de las vacías gradas. El clan antiguo le estaba dando la bienvenida.

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El combate resulto a mi favor por 0,5 de diferencia, cosa extraña en las batallas de entrenamiento donde la inexperiencia te hace caer en poca concentracion o simples descuidos, yo ya tenia cierta experiencia y un poco de suerte me ayudo a salir victoriosa por un pelo de rana calva (XD). En letras color amarillo mi oponente Piscis-Poisson, no era muy regular del foro, de hecho lo vi esa vez y en el año y algo que estuve lo habre visto 3 veces. Fue una buena pelea pues aprendi mucho, aunque el final que le dio Piscis-Poisson al combate no me gusto, supongo que se sintio algo ofendido tras la derrota y no quizo quedar tan mal, en todo caso no habria roleado jactarme del triunfo, si se fijan entre el post final de mi oponente y la intervencion de Raistlin no me dieron pie para escribir mi respuesta ante el resultado de la batalla, la cual hubiera sido sobria como mi personaje, pero ps igual quedo en la historia de los novatos que le ganaron al otro en su entreno XDDD Por otro lado el entreno acababa al finalizar la batalla pero Rais quizo seguirle el roleo y tuve que inventarme lo de Rades y la armadura, lo cual fue bueno pues siempre que Rais decia ser mi maestro en el foro yo decia que no (XD), pues Rades me habia entrenado como wyvern asi que siempre fue un tema divertido el negarlo como mi maestro. Este fue el foro donde estuve mas tiempo y luego de ser Wyvern por mucho tiempo me sali para luego regresar como Polaris, pero esa es otra historia xD 

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La Juez de Wyvern (Parte 2)

*** Mucho tiempo he pasado de foro en foro roleando mis personajes de Saint Seiya, ahora quiero rescatar las historias que se perdieron en diversos lugares. Esta es mi recopilacion de fics ***

 Entrenamiento para Juez Wyvern - ssap.mforos.com

-Vaya jovencita, ¿de modo que me ofreces tu protección?. Eres muy amable, aunque debes de saber que yo no soy un viejo desvalido, si me han encargado tan importante misión (y no, no sigas insistiendo, te repito que no puedo contarte de que trata) se debe sin lugar a dudas a mis grandes dotes en artes marciales y mi enorme…

Sin acabar la frase el anciano desapareció del campo de visión de Seikam, que sin embargo sabía muy bien donde se encontraba debido a sus numerosos juramentos. Bajando ligeramente los ojos observo como su acompañante estaba tendido en el suelo con uno de sus pies enganchado en una raíz que sobresalía del suelo. Con esfuerzo la joven contuvo una súbita carcajada que acudió a su boca, pero no pudo hacer lo mismo con la sonrisa que ilumino su rostro. Aun así la joven se inclino para ayudar a levantarse de nuevo al extraño personaje.

- ¿Lo ves?, ya te dije que mi misión era muy importante. Sin lugar a dudas esto ha sido una trampa de los enemigos que pretenden impedirme llegar a mi destino, que sin lugar a dudas deben ser muy poderosos si son capaces de manipular las raíces de tan robustos arboles.

Seikam, que se había sorprendido a si misma al esbozar aun la sonrisa en su, normalmente, serio rostro, seguía ayudando al anciano en su infortunado intento de ponerse en pie con un poco de dignidad y volver a limpiarse de hojas y ramas.

-Esos malnacidos llevan meses siguiéndome, créeme, lo noto, sin embargo nunca habían conseguido atacarme así. Se deben de estar acercando. Quizás pasé más tiempo en el claro anterior que los breves segundos que había supuesto. Debo… bueno, debemos, no te creas que me he olvidado de ti, jovencita… decía que debemos llegar a las antiguas ruinas cuanto antes. Esto… si no recuerdo mal, leí en un antiguo mapa que por aquí debería haber una cueva que nos llevaría rápidamente hasta las antiguas ruinas. Es un poco peligroso, por eso no había tomado ese camino directamente, pero desde luego es el más rápido.

Sekiam miro a su alrededor. No sabía si había alguna cueva por las cercanías, pero lo que si estaba segura es que si había una debía de atravesar una montaña o algo parecido, y desde luego a su alrededor solo había arboles, ni una simple colina en todo el terreno que atisbaba desde su posición. Pero el viejo parecía ver otra cosa y, como si una línea en el suelo le marcara el camino, comenzó de nuevo su errabundo andar, seguido por una cada vez menos convencida Sekiam, que increíblemente lucia aun la sonrisa en su rostro.

Poco después llegaron junto a un grueso roble que se inclinaba sobre una abertura sobre el suelo, y Sekiam lo comprendió. La cueva no atravesaba ninguna montaña, sino que era un túnel bajo tierra, y por lo que parecía, a pesar de su angosta entrada, el interior era suficientemente amplio para caminar con comodidad. Pero aun así no comprendía como el túnel podía ser el camino más rápido. Si no había ningún obstáculo que salvar con él, ¿no sería más rápido andar por el bosque?. Estaba punto de plantearle tal cuestión al anciano, cuando se dio cuenta que este había cesado al fin en su incesante charla, y desde luego lo que menos le apetecía ahora era darle un nuevo motivo para comenzar, por lo que se contuvo de expresar sus dudas. Aunque inmediatamente sus esperanzas se vieron frustradas.

-Jejeje, menos mal que te has encontrado conmigo, jovencita. Sino seguro que no habrías encontrado este atajo, y habrías tardado muchísimo más tiempo en llegar a nuestro destino. Este es un camino secreto que solo conocían los miembros de la antigua orden, sin embargo figuraba en un mapa que consulte antes de partir.

Sin pensarlo más, ambos personajes se introdujeron con cuidado por la boca del socavón, mas no habían avanzado aun más que unos metros cuando de pronto la luz que entraba por ella se vio seriamente disminuida, y al volverse vieron que unas gruesas raíces tapaban la antigua entrada.

-Bueno, me imaginaba que algo así ocurriría. Si no había cogido antes este camino era por algo así. Como sin duda sabrás, (teniendo en cuenta que acabo de informarte de ello), solo los caballeros pertenecientes a la antigua orden conocían este camino, pero aun así, por si alguien lo descubría, el túnel pone a prueba a quienes lo recorren, y solo alguien a la altura de los antiguos guerreros podría cruzarlo vivo. Desde luego inicialmente esta era mi ruta, pues como ya sabes soy un gran guerrero, y estaba completamente seguro de que podría cruzar el túnel inerme. Pero conforme me fui acercando me entraron dudas, pues no ha habido jamás mayores guerreros que los de la antigua orden, de modo que aun en mi caso es difícil estar a su altura, y desde luego muchas más dudas me embargaron cuando te uniste a mi excursión. Sin embargo, parece que ya no hay marcha atrás, así que deberemos seguir adelante.

Sekiam, al oír como el anciano la ponía muy por debajo de él, no supo si enfadarse con él o estallar en carcajadas, sin embargo no hizo ni una cosa ni otra. El anciano comenzaba a caerle bien a pesar (o quizás gracias a) sus excentricidades, de modo que se adelanto a él, y diciéndole que ella tendría más agilidad y reflejos debido a su menor edad partió túnel adentro abriendo la marcha.La Prueba del Tunel Parecia que solo quedaba una direccion en la cual ir y ella se adelanto al anciano para cumplir su parte del trato y protegerlo del peligro inminente que sufrirían en ese lugar. Sekiam se veia confiada frente al anciano, pero a sus espaldas tenia gran temor de revelarse. - quedese cerca de mi y lo protegere, es obvio que usted… - sus palabras se ahogaron ante el estruendo de rocas desplomandose sobre ellos. Con agilidad y demostrando su poder la joven destruyo los peñascos mientras el anciano seguia a paso calmado por el tunel. Sekiam logro protegerlo, pero esperaba mas del inútil anciano (XD). - ha visto? Le sere de gran ayuda, yo tambien cumplo con mi parte, no soy una debilucha… Mas el anciano continuaba sin prestarle mucha atención. - que veo por alla?- dijo el tipo – parece que han preparado una bienvenida, no me esperaba esto Unas sombras se acercaban lentamente con paso erratico, eran esqueletos de caballeros con partes de sus armaduras, en gran cantidad se abalanzaron contra ellos. No era una tarea difícil para la amazona, pero temia que su cosmos purpura delatara que no era una guerrera de Athena como se habia presentado ante el anciano. Destrozo cuanto esqueleto se cruzo ante ella y vio como el anciano tenia dificultades para mantenerlos a raya, pero al mismo tiempo noto que ese tipo era mas fuerte de lo que ella imaginaba, parecia que ambos trataban de ocultar algo y esto les obstaculizaba el avance. Sekiam no soporto mas a los debiles oponentes frente a ella, tal sujetos no eran rivales y se harto de la tardanza e hizo estallar su cosmos purpura invadiendo el lugar con una poderosa energia que destruyo todo a su paso. Pensando luego que su accion habia sido exagerada recordo que con eso podria haber lastimado al anciano, y lo busco con la mirada un tanto apenada. Lo Hallo detrás de unas rocas cercanas. - ey muchacha!- dijo con algo de indignación- acaso olvidaste que yo estaba aquí?! - pero ha sido efectivo >_> - se descubrio a si misma esbozando una sonrisa El anciano meneo la cabeza y dio un leve suspiro. - esto lo he podido manejar yo solo, me has resultado de estorbo y ahora piensas matarme! - no ha sido mi intención… pero… Sekiam se adelanto dandole la espalda- - pero creo que ya ha sido suficiente de esto - a que te refieres muchacha? – pregunto el anciano con curiosidad - pues he “disfrutado” su compañía por un buen tiempo y le agradezco mostrarme el camino… - espera, espera, no pretenderas romper tu promesa- le dijo, aunque ella no habia prometido protegerle - cual promesa? Yo solo… - te has comprometido – le interrumpio- y debes cumplirlo hasta el fin, no se hable masl El anciano continuo el recorrido y Sekiam lo siguió, aunque no habia hecho tal promesa en verdad se habia comprometido y de alguna manera debia pagar el favor de guiarla hasta las ruinas, aunque por dentro ella deseaba terminar con esto rapidamente. Con poca paciencia Sekiam tomo al anciano y lo cargo en su espalda. - ey! Que haces!, puedo caminar yo solo – le dejo el hombre - me he cansado de ir a su paso, quiero acabar con esto de una vez - te crees muy fuerte?, pues yo no soy un debilucho como te lo has imaginado, para que lo sepas yo… - basta, se hara a mi modo y eso es todo, callese de una vez! La amazona no espero contestación y se apresuro a continuar por el tunel mientras gruesas ramas cobraban vida impidiendole el paso. Con una de sus manos lanza esferas de energia purpura que destrozan las ramas y abren el camino. El anciano por su parte insistia en que lo soltara. Al verse a salvo por un momento Sekiam tiro al hombre sin ningun cuidado cansada por el esfuerzo. - dicen que los muertos pesan mas que los vivos – respiraba agitada – no quisiera cargarle cuando muera… El anciano la miro con desden y se sacudio la ropa al levantarse del piso. - vaya muchacha resultaste ser, con que amazona de athena? no sabia que los caballeros del santuario tuvieran tan pristino cosmo purpura, eso es mas comun en los… - los caballeros de Hades, lo se – interrumpio ella Se tomo un descanso y se apoyo en un muro del tunel, desarmo su larga trenza que se habia desbaratado apenas un poco, pero ella adoraba hacerla una y otra vez. - le menti, si, temia por su reaccion, pero ya no me importa… ciertamente soy un caballero del inframundo y estoy en busca de mi armadura… lo se, a usted que le importa, tiene sus propios asuntos, pero le dire que me convertire en la juez de wyvern a como de lugar, solo tengo una direccion y son esas ruinas, sea lo que sea que me espere alli lo superare y lograre mi destino Termino de arreglarse la trenza y se adelanto una vez mas. - parece que queda poco, mas alla se ve cierta luz, supongo que hemos superado el tunel, una vez que lo cruzemos usted a lo suyo y yo a lo mio. El anciano no dijo mas, parecia satisfecho con las palabras de la amazona. Al poco tiempo alcanzaron la salida, un poco mas y superarian la prueba del tunel. -Oye, chiquilla, me parece muy bien que te alegres de haber llegado al fin a las antiguas ruinas, y que su majestuosa visión te haya dejado anonadada, pero podías apartarte de la salida del túnel y dejarme salir. Ya te he dicho muchísimas veces que mi misión es muy urgente. Sekiam se sonrojo ligeramente, la verdad es que no se había dado cuenta de que obstruía el paso y se había quedado parado observando la “majestuosa” visión de la que hablaba el anciano, y que consistía en las ruinas de una antigua ciudad. Y por su tamaño ni si quiera habría recibido el nombre de ciudad, salvo por el enorme anfiteatro que se alzaba en su centro, cual si imitara al coliseo en roma. Con un ligero paso la joven amazona se aparto y el anciano pudo salir al fin del túnel, y se alejo en dirección a la ciudad murmurando para sí mismo, aunque suficientemente alto para que lo oyera cualquiera por los alrededores. -Hummm, que modales estos de los jóvenes. Llevar a una persona tan importante como yo como si fuera un simple saco de patatas… Hablarme con ese tono… Impedirme salir del túnel que la llevo a su destino y que sin mi jamás habría encontrado… Y además de todo mentirme. Ja. Como si supusiera una diferencia lucir el cosmos de un guerrero de Atenea o un guerrero de Hades. Después de todo ninguno de esos guerrerillos tiene el puro cosmos de un guerrero del norte. En fin, qué más da, ahora lo importante es lo importante. Debo encontrar al vigilante y entregarle el mensaje. -¡¡Pero bueno muchacha, ¿qué haces escuchando mi conversación?!! ¿No vas a parar hasta que descubras mi importantísima misión ¿verdad?. ¿Qué has oído?¿Qué?. Bah, seguro que todo. Pues en castigo a tu curiosidad sin medida ahora deberás ayudarme a cumplir la misión… esto… la parte… si, la parte de la misión que has oído. Sekiam miraba el viejo desconcertada. No se había movido ni un ápice del lugar donde se había colocado para dejarle paso. Si le había oído se debía exclusivamente a los gritos del anciano, y ahora ¿se excusaba en eso para imponerle otra vez su trabajo?. Cierto era que lo que el viejo había dicho era verdad. No lo había tratado del todo bien, había tenido muy poca paciencia con él y le había mentido (aunque al final le había dicho la verdad), de modo que quizás debiera ayudarle un poco. Además por lo que había odio su misión tampoco era demasiado difícil. Solo encontrar al vigilante de las antiguas ruinas. Alguien que, según su nombre indicaba, probablemente acabara encontrándolos antes que ellos a él. -Vamos muchacha. ¿A que esperas?, muévete.

En las Antiguas Ruinas... Sekiam se resigna al pedido del anciano, despues de todo estaba como en el principio sin saber hacia donde seguir. - bueno venerable anciano, que sugiere que hagamos - dijo sin mucho animo - inspeccionar el lugar obviamente, vamos, el guardia debe estar cerca La amazona miro alrededor, en verdad era un lugar bastante hermoso, una ciudad completa, pero en ruinas, parecia obvio que nadie habitaba ese lugar. Pero Sekiam, siempre seria, no bajo la guardia y camino junto al anciano por una de las angostas calles. - el guardia deberia estar en la entreda, pero no habia nadie alli... y me parece que nadie ha estado por aqui hace mucho tiempo - dijo con algo de desilusion - no te dejes engañar por las apariencias jovencita, es mas, quiza nos esten espiando en este momento Un subito movimiento alerto a la joven y la hizo mirar hacia uno de los tejados, pero no vio a nadie. Lanzo una mirada al anciano. - digame de una vez que es lo que sucede, a que ha venido hasta aqui - le dijo seriamente - ey muchacha te lo he repetido todo el camino... Sekiam le tomo por la ropa y lo tironeo acercandolo a ella. - cree que estoy jugando? a mi no me justan los juegos, entendio? El anciano quito la mano de la joven con fuerza y luego se adelanto. - oye niña, te pones grosera, en ningun momento te he pedido ayuda, casualmente nos hemos encontrado y casualmente nos hemos sido de ayuda entre los dos... asi que no te pongas en ese plan y continuemos - se arreglo el sombrero - te prometo que no abusare mas de tu paciencia. Sekiam asistio y continuaron caminando, esta vez mas atenta que nunca. En un instante percibio nuevamente a aquel sujeto que se escondia perfectamente entre las sombras y fue raudamente a atraparlo. Salto agilmente hasta el tejado y logro ver la figura del sujeto que se alejaba y desaparecia entre las ruinas. - esta vez te atrapare! - encendio su cosmos y se impulso dejando una estela purpura. Con determinacion se lanzo a perseguir al sujeto hasta dar con el. Con agilidad logro estar lo suficientemente cerca como para probar el alcance de su ataque. - Gran... gran precausion! - dijo al fin nombrando por primera vez aquel poder destructivo Creando una masiva explosion de cosmos logro lastimar al sujeto, al menos eso le parecio pues se detuvo a mirarla. Asi pudo verlo, en apariencia no parecia de ninguna manera el guardian del lugar, pero era el unico que vagaba por las Ruinas, asi que Sekiam penso que interrogarlo seria buena idea. Pero apenas se acerco el tipo volvio a irse veloz. El sujeto tenia la ventaja de conocer el lugar y Sekiam no podia hacer mucho respecto a eso, le resultaba un lugar caotico. Pero su incursion le dio oportunidad de ver que en el centro se encontraba un imponente coliseo y este supuesto guardia iba en aquella direccion. Asi que volvio para encontrarse con el anciano. - ey, anciano! - le grito desde el tejado - creo que deberiamos tomar esta ruta - cual es tu plan - le respondio el viejo La amazona bajo a su lado. - hay un coliseo, parece un lugar especial en estas ruinas, seria bueno que fueramos hacia alla - has podido ver al sujeto? - si, pero me temo que no sea el guardfian, es muy rapido y se esconde bien... vamos de una vez! Ambos apuraron el paso, el anciano seguia a la amazona que se veia mas seria de costumbre con el ceño fruncido. Hasta que llegaron a la entrada del coliseo y el sujeto se encontraba alli. Sekiam preparo su ataque, esta vez no lo dejaria ir, pero las ramas esparcidas por el lugar la atraparon enredandose por todo su cuerpo y deteniendola con fuerza. aunque quiso liberarse las ramas se volvieron mas gruesas y fuertes asfixiandola como una serpiente constrictora. lucho y encendio su poderoso cosmos con ira, mas el anciano la detuvo. - si dejas de luchar te liberara, niña boba! - dijo con calma pero con voz fuerte y clara, observando al hombre frente al portal del coliseo. La amazona se calmo, queria pelear, desquitarse con el tipo ese. Pero obedecio al anciano, aun asi las ramas no la dejaron, solo se aflojaron como si supieran que tenian atrapada a un ser poderoso y peligroso. Ahora era turno del anciano, quiza este era el guardian que tanto buscaba.

La joven miraba como el anciano les alcanzaba al fin por el rabillo del ojo, ya que las ramas no le permitían mover más la cabeza. Al acercarse el anciano se inclino a coger una rama rota del suelo, y con ella golpeo una de las que apresaban a su joven acompañante. La rama, como si la hubieran golpeado con el más poderoso de los martillos de guerra, se agito y se retiro rápidamente, seguida por el resto de ellas, que liberaron a la amazona.

-Pero bueno jovencita, ¿se puede saber que haces?¿No me has visto hacerte gestos de que pararas?. ¿Qué es eso de llegar a un sitio y atacar a sus habitantes sin ton ni son por que se muevan? ¿Qué eres, estadounidense*?, te recuerdo que solo había que ENCONTRAR al guardián.

La joven, una vez liberada, se frotaba las articulaciones sin apartar ni un segundo la mirada del extraño al que había perseguido y que seguía allí delante observando la escena.

-Sí, sí, ya lo sé, pero bueno, lo hemos encontrado ¿no?, ¿o no es este?

El anciano, como si esas palabras lo hubiesen devuelto a la realidad, se volvió hacia el extraño y enarcando las cejas se dirigió hacia él. Unos metros antes de alcanzarle comenzó a buscar algo por su túnica que, por los gestos que hacía, debía de tener más bolsillos que costuras. Finalmente, tras detenerse unos minutos y buscar hasta en su zapato derecho, debió de encontrar lo que buscaba, por lo que ceso en su incesante agitar y siguió su camino hasta que alcanzo al personaje y sin más le entrego el rollo de pergamino que acababa de sacar. El joven lo tomo, y desenrollándolo lo leyó rápidamente, desembocando este acto en una carcajada que inundo su hasta ahora serio semblante. Sin más, arrugo el pergamino en una bola y, tirándolo, le dio las gracias al anciano por las molestias, a la vez que señalaba con su mano derecha a la joven. El anciano, como si se hubiera olvidado de lo que había tras él, se volvió y sonriendo se acerco a la joven con su interlocutor siguiéndole a pocos pasos tras él.

Sekiam se puso ligeramente en guardia. Seguía sin fiarse de ese nuevo llegado, había algo en su interior que se lo decía, pero aun así aun recordaba la anterior reprimenda del anciano, y no quería darle una escusa para que la repitiera, de modo que se contuvo en su mayor medida.

-Esta joven que me acompaña es una antigua amazona del santuario, bueno, o aspirante o aprendiz o algo así. Es un poco irrespetuosa, impaciente y prepotente, pero bueno, eso es algo bastante común en los guerreros de Hades, que es lo que parece que aspira a ser. Me la encontré por el camino, y me dijo que se dirigía también a este lugar, de modo que cuando me insistió en que la acompañara para mostrarle el camino y protegerla no pude negarme. Creo que su intención es entrenar aquí para conseguir alguno de esos sapuris tan feos que portan los guerreros del inframundo. Y,- esto el anciano lo añadió en voz baja, poniéndose de puntillas para decírselo al oído al joven, que a pesar de agacharse ligeramente seguía siendo notablemente más alto que el-, no lo digas que te he dicho esto, pero, quizás podría conseguirlo.

La joven no se molesto por las palabras del anciano, por el simple hecho de que no les había prestado atención. Toda su atención estaba puesta en el joven que se hallaba ante ella. Era notablemente alto, de cabello corto moreno, y de complexión fuerte. Cuando estuvo cerca se dio cuenta de que sus brazos y piernas eran bastante más gruesos de lo que habían parecido en la distancia, y su pecho amplio, pero la ilusión óptica de su gran altura en la distancia los habían hecho parecer menores. Vestía una simple camisa de piel bastante desgastada y unos pantalones del mismo material, que solo conseguían tapar sus piernas hasta poco mas abajo de la rodilla. Una vestimenta que en cualquier ciudad actual habría llamado la atención, pero que en su localización actual resultaba extrañamente apropiada. Y lo que más llamaba su atención era su actitud. Se hallaba totalmente concentrado en lo que decía el anciano, sin mirar siquiera de reojo a la joven que se encontraba a poco más de un metro frente a él y pocos minutos antes le había perseguido y atacado. Una de dos, o confiaba plenamente en que no sería una enemiga al acompañar al anciano, o confiaba hasta tal punto en sus habilidades que no la consideraba un peligro a tener en cuenta. Sekiam no sabía que la molestaría mas, si que la relacionaran hasta tal punto con el viejo que fuera su compañero de viaje, o que la subestimara hasta tal punto. Y entonces recordó que había atacado al joven con su poderosa gran precaución, y el joven tras recibirla había seguido huyendo y ahora se encontraba en perfecto estado ante ella.

-Vaya, vaya, vaya. ¿Así que has venido aquí buscando un entrenador?. Pues me temo que en estos momentos solo yo me encuentro en estas ruinas, y no tengo por costumbre entrenar a cualquier aspirante que acuda a mis puertas, a pesar de que ese simple hecho ya suponga una prueba de sus capacidades. Pero en fin, supongo que te debo una por haber cuidad… esto… permitido que mi amigo cuidara de ti. Bien, decidido. Pasaras una prueba. Un simple combate, si lo superas te ayudare a conseguir la armadura, el sapuri o la que sea la vestidura a la que aspires.

Al oír esto el anciano abrió ampliamente los ojos y tartamudeando pregunto:

-¿Solo la entrenaras si te gana en un combate?, como ya te he dicho es buena, pero ni por asomo podría derrotar a un miembro de la antigua orden…

-Jajaja, no te preocupes, amigo, que no será a mí a quien se enfrente. Noto que hay en su interior una rabia que la impulsa a pelear. Quiere enfrentarse a mí, pero se controla. Así que… ¿porque no hacerla esperar un poco más?. Que se enfrente a otro rival sin haber aplacado ese ansia antes, a ver que tal lo hace.

Y volviéndose a la joven, la miro fijamente a los ojos, dándole la oportunidad de ver por primera vez sus iris de un azul similar al que solo tiene el hielo puro en los glaciares.

-Bien, Sekiam, ¿ese es tu nombre si no me equivoco, verdad?. Vamos a ver qué tal lo haces. Justo tras de mí tienes el antiguo anfiteatro de la ciudad. Allí se llevara a cabo el combate. Dame unos minutos para que lo organice y después dirígete a su arena. Mientras tanto puedes dar una vuelta por la ciudad. Elige una casa en la que alojarte, por si superas en combate. Te espero dentro.

Y sin más el joven se dio la vuelta y se adentro en el edificio, dejando, de nuevo, a la joven con la única compañía del anciano.

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Segunda parte de la historia para en la tercera poner el enfrentamiento, para pelear hay un sistema de batalla especifico con puntos de ataque y otras cosas que no incluire porque me parece innecesario pues lo que importa es el rol que se lleva a cabo.

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